El Zaragoza es un equipo atribulado, tan confuso como un club que atraviesa una etapa confusa en lo social y en lo económico y que, lógicamente, cala en lo deportivo. Para empezar, apenas pudo inscribir a veinte profesionales, de los cuales Jorge Ortí ni se ha estrenado. Y luego, en noviembre llegó el cambio de entrenador porque los modos de Víctor Muñoz no convencían.

Su sustituto, el serbio Ranko Popovic, habló de recuperar el fútbol combinativo del gran Zaragoza de Víctor Fernández, pero se quedó en el intento. No posee los mimbres adecuados, aunque ha mejorado con el aterrizaje de Natxo Insa, su centrocampista más aseado. Ante el Sporting, incluso cambió el sistema y usó un 4-1-4-1 para dar cabida a un tercer centrocampista.

Sin balón

Dorca es el ancla del equipo y en él, y casi nunca antes, se inicia el ejercicio de presionar al rival. Tras el veterano medio centro de Olot se sitúa una zaga algo heterodoxa, ya que el lateral derecho lo ocupa Vallejo, la joven promesa maña, pero que en realidad es un central y en el costado le falta algo de salida de balón. Mario volverá ante el Betis y formará pareja con el uruguayo Cabrera, a quien le falta movilidad y cierta velocidad.

El juego aéreo quizá sea la mejor faceta de una defensa que incluso podría estar formada por cuatro centrales si Popovic decide dar entrada a Rubén y situar al propio Cabrera como lateral izquierdo (las otras opciones son que juegue Rico o que lo haga Fernández como lateral derecho y Vallejo de central). A nadie escapa en ese caso que el serbio ha trabajado ya en algún entrenamiento la salida de balón desde atrás sería aún más deficiente y que el rival tendría mucho terreno ganado si se siente con fuerzas y aptitudes para ejercer una presión adelantada. Con todo, el trabajo defensivo de Jaime y Pedro en las bandas le validarían esa opción.

Con balón

Mejora por días el Zaragoza con la llegada de Natxo Insa, aunque el estar sin equipo durante la primera vuelta casi está realizando una pretemporada. El valenciano trata de hallar socios en el albanés Basha, que regresará al once titular, y en Pedro, el futbolista más dinámico y capaz tanto de ralentizar el juego como de acelerarlo.

La baja de Eldin, por una rotura de menisco, la está acusando el equipo aragonés, ya que el bosnio es uno de los mejores pasadores del equipo, amén de que también aporta desborde.

Así, cuando el centro del campo se convierte en estación de paso porque el equipo no encuentra a Natxo Insa o Pedro, el balón largo sobre Borja Bastón (antes ayudaba a ello Willian José, hogaño suplente) es el recurso para que el balón llegue arriba y jugarlo ya cerca del área.

Lo mejor

La intensidad por momentos. Tiene arreones de diez minutos muy peligrosos. Y Borja Bastón.

Lo peor

La irregularidad. Desaparece de los partidos porque no se enchufa a ninguna idea de juego. Defensa lenta y, bien marcado Pedro, ausencia de último pase.