Mucho se ha venido hablando durante la temporada de las inoportunas palabras de Scott Roth acerca del rendimiento de los jóvenes del CB Sevilla, obviando que para muchos entendidos, empezando por la NBA de donde él procedía, en San Pablo había piezas jugosísimas como Kristaps Porzingis, sobre todo, Willy Hernangómez, Nikola Radicevic y Ondrej Balvin, quien frenó su progresión esta campaña aunque con Aíto estuvo a un excelente nivel e incluso el técnico madrileño lo quería para el Herbalife cuando Galilea estuvo a punto de intercambiarlo por Summers.

Desde luego, los talentos cajistas tuvieron menos protagonismo, sin olvidar el partidazo de Hernangómez frente al Barcelona con 43 puntos de valoración, y es evidente la mejoría que experimentaron cuando Luis Casimiro se hizo cargo del banquillo hispalense desde la decimonovena jornada, destacando la evolución de Radicevic y Balvin.

Empezando la comparativa por el base serbio, en los 17 encuentros en los que recibió órdenes de Roth -no en sentido estricto al tener que estar sentado en el banco por sus problemas burocráticos- promedió poco más de 5 puntos, 2,4 asistencias y 3,5 de valoración, números que aumentó considerablemente desde la jornada decimonovena hasta la trigésima tercera, en la etapa de Casimiro: 8,8 tantos anotados, 3,4 asistencias y 10,6 puntos valorados, amén de ejecutar partidos de relumbrón como en el triunfo cajista tras dos prórrogas en la cancha del CAI Zaragoza.

Al gigante checo también le cambió la vida deportiva bajo la batuta de manchego. Con el preparador estadounidense no tenía sintonía prácticamente desde el principio -algo que admitió el propio pívot centroeuropeo en varias ocasiones- y echó por tierra la mitad del curso por no saber sacar partido a su estilo de juego. Balvin tuvo unas medias muy bajas en la primera vuelta (3,1 puntos, 3,1 rebotes y 4,8 de valoración), que casi duplicó en la segunda parte de la temporada (5,9 puntos, 5,2 capturas y 8,8 de valoración).

En las cifras de Porzingis y Hernangómez no hay tanta diferencia entre la época de Roth y la de Casimiro, aunque también con el segundo sus prestaciones fueron algo mejores que con el primero. La perla letona estaba por debajo de los 10 tantos anotados en los primeros 17 choques ligueros (9,7 de media), de los 5 rebotes (4,7) y de la decena de puntos valorados (9,6). Luego elevó el promedio de puntuación a 11, de rechaces a 5 y de valoración a 12,1.

El poste cedido por el Real Madrid también ha crecido un poco contrastando la primera y la segunda vueltas. Con Roth sumaba de promedio por envite 10,4 puntos, 6 rebotes y 12,05 de valoración, mientras que con Casimiro incrementó estas estadísticas a 11,4 tantos, 6,1 capturas y 12,8 de valoración. En definitiva, además de que el equipo ganó ocho encuentros más con el español que con el yanqui al frente, la evolución de los jóvenes está a la vista de todo el mundo, un detalle relevante puesto que los ojeadores yanquis venían a San Pablo a seguir sus entrenamientos y sus partidos con vistas a los próximos draft.

Asimismo, los números del grupo también favorecen a Casimiro. El CB Sevilla obtuvo una media de 71,18 puntos convertidos en las 17 jornadas iniciales para subir luego este dato a 74,61, merced al juego más solidario y con más participación de los interiores. En defensa, la diferencia es casi imperceptible, pasando de 81,88 a 81.

Por último, hoy se sabrá si Hernangómez (353) acaba como máximo anotador del equipo o se lo arrebata Porzingis (352).