Pedalear casi 1.100 kilómetros en bicicleta no es un sin sentido cuando el objetivo es solidario: ayudar a la concienciación del apoyo que necesitan los investigadores de enfermedades como la leucemia infantil, así como reivindicar que se respete en las carreteras la distancia de seguridad de 1,5 kilómetros en los adelantamientos a ciclistas. Es lo que hará Manuel Marcos Becerra, que recorrerá la distancia que separa Ronda de Santiago en cuatro etapas desde hoy.

El reto Ronda-Santiago, 1088 kilómetros por 1,5 metros de vida, tiene un doble objetivo de concienciación social para el que Becerra, soldado de la legión, se ha preparado a conciencia. Organizador durante años de la prueba atlética de los 101 kilómetros de Ronda, el cabo Becerra, natural de Benaoján, partirá desde la localidad malagueña y no parará hasta llegar a Zafra (Badajoz) en una primera jornada de casi 300 kilómetros.

"Tenía un reto personal y pensamos que sería bueno aprovechar el Camino de Santiago para reivindicar alguna causa", apuntó el protagonista, que confía en patrocinar los kilómetros, al menos a un euro cada uno de ellos. Con todo, este objetivo económico es menor, ya que decidió dar cobertura al llamado Proyecto Lydia, de la Fundación Cris: "El proyecto se llama Lydia por una niña de 6 años que falleció de leucemia. Obviamente el dinero que podamos recaudar será poco para un laboratorio, pero si conseguimos que al menos que 1.088 personas conozcan esta fundación ya habremos conseguido mucho", explicó el ciclista.

Para mañana la etapa lo llevará ya hasta Béjar, el miércoles finalizará en Astorga y el jueves debe arribar a la capital compostelana tras cuatro días pedaleando cerca de ocho horas. El ex ciclista sevillano Antonio Piedra lo acompañará en algunos tramos concretos de este especial reto.