Cuando en verano se supo que Radicevic sufría complicaciones en su cadera y que se perdería casi todo la temporada (quedan cinco partidos) todo empezó torcido para el Caja. Por fortuna, y salvo la dolencia muscular de Bamforth que le ha hecho perderse cuatro partidos (el último en la jornada 17), el CB Sevilla ha esquivado bien el problema de las lesiones, lo que le ha permitido tener continuidad en la Liga con la continua aportación de sus mejores hombres.

Todo lo contrario que el Iberostar Tenerife. A la salida del técnico Alejandro Martínez a principio de temporada por enfermedad sumó la baja de Saúl Blanco por problemas en la rodilla, arrastrados del año anterior, quien apenas ha disputado dos encuentros este curso. Pero lo peor ha llegado en las últimas semanas. Hace tres jornadas los de Txus Vidorreta desembarcaron en Manresa tras encadenar cuatro victorias seguidas. Davin White apenas jugó cinco minutos antes de sufrir un esguince de rodilla y su equipo notó en exceso la falta de sus puntos y una vía fundamental cuando el Iberostar se atascaba en ataque.

A la baja del base sumó después la de Sekulic, que ha tenido que parar. Se probó el domingo en Valencia para no jugar y ahora está descartado por una rotura muscular. Dos piezas clave para un Tenerife que notó sus ausencias y lleva ahora tres derrotas seguidas que han limitado sus posibilidades de acceder a los play off, muy vivas antes de las lesiones. Y, por si fuera poco, afronta el choque con otros tocados en las mismas posiciones: el pívot Jones y el base San Miguel.