El entrenador del Betis, Gustavo Poyet, ha apostado en todos los encuentros de Liga por Pezzella y Mandi como centrales para el eje de la defensa, y sólo cuando se ha visto obligado, por la lesión del argentino y del internacional argelino, ha contado con Bruno y Donk, que han demostrado que se encuentran a un buen nivel para competir con sus dos compañeros y ponerles las cosas difíciles.

Excepto ante el Barcelona, que estuvieron Bruno, Pezzella y Mandi, los dos últimos lo han jugado todo salvo, y sólo en el caso del ex del Reims, el derbi y el partido ante el Málaga, al estar recuperándose de unas molestias en los aductores. Su sitio lo ocupó Bruno, que frente a los costasoleños se recuperó de la discreta actuación que tuvo ante el Sevilla, mientras que Donk -ya en Nervión dejó una buena imagen actuando como medio centro- entró ante los de Juande Ramos por un golpe en la cabeza que le impidió a Pezzella continuar, y estuvo bastante bien, transmitiendo sensación de tranquilidad y seguridad al resto del equipo verdiblanco cuando atacaba el rival.

A la espera de ver cómo vuelven a los entrenamientos Pezzella y Mandi para preparar el encuentro frente a la Real Sociedad, tanto Bruno como Donk han sabido aprovechar los minutos que han tenido para demostrarle a Poyet que quieren seguir contando con su confianza en los próximos encuentros. Un problema para el técnico bético, que tiene en defensa una alta competencia.