Fútbol l Tercera División

La rivalidad trae un justo empate

  • Sevilla C y Los Palacios se reparten los puntos en un entretenido encuentro

Sevilla C y Los Palacios se repartieron los puntos en un encuentro muy disputado que tuvo una parte para cada equipo. Ambos contendientes dieron por bueno el empate, pues continúan fuera de la zona de descenso.

El partido comenzó con un elevado ritmo de juego por parte de ambos contendientes, que libraron una intensa batalla en el centro del campo para intentar hacerse con la manija del juego. Finalmente fue el cuadro marismeño el que se adueñó del balón, gozando de ocasiones bastante claras sobre la portería sevillista. La primera llegó, en el minuto 21, por medio de Palacios, que enganchó un potente zapatazo que Julián desvió para que acabara estrellándose en la parte posterior del poste. Poco después, el conjunto de Antonio Gil dispuso de otro balón franco para marcar, pero el lanzamiento de Domi Elías, desde la frontal del área, obligó a lucirse, otra vez, a Julián. Con el paso de los minutos, el cuadro dirigido por Diego Martínez se quitó de encima la presión de su adversario y empezó a mover la pelota con mayor fluidez. Sin embargo, este control del juego no se tradujo en peligro, pues el portero palaciego Javi Muñoz apenas tuvo trabajo.

Tras el paso por la caseta, el dominio correspondió al Sevilla C, que adelantó las líneas en busca de un gol que le permitiera ponerse por delante en el marcador. Fue, entonces, cuando llegaron las primeras oportunidades para los blanquirrojos, que estuvieron cerca de hacer el 1-0 en el minuto 63. Sin embargo, el remate en plancha de Hugo, tras una falta botada por Menudo al segundo palo, se marchó fuera por pocos centímetros.

El ímpetu del equipo sevillista se acrecentó a medida que transcurrieron los minutos. De este modo, en el 75, Boris se internó en el área y batió a Javi Muñoz con un potente chut ante el que nada pudo hacer el portero de Los Palacios. El tanto supuso un jarro de agua fría para los pupilos de Antonio Gil, que empezaron a acusar el tremendo derroche físico que desplegaron en los primeros 45 minutos. Esto hizo que los anfitriones se sintieran más cómodos sobre el terreno de juego, llegando con mucho descaro a la portería de un rival que, pese a estar físicamente agotado, tiró de orgullo para lograr la igualada.

Esto, unido a la tarjeta roja que vio Espinar, animó a los visitantes a lanzarse al ataque, de forma desesperada, en busca de un empate que llegó en el tiempo de prolongación. La estrategia le salió bien a Los Palacios y David Llano culminó una gran jugada ensayada ante la parsimonia de los sevillistas. Al final, el 1-1 dejó un buen sabor en dos equipos que lo dieron todo en el terreno de juego para haber logrado una victoria que les hubiera permitido tomar más oxígeno.

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