Quizá Iriney desconozca que él solo cometió la mitad de faltas que todo el Barcelona B. Según Pino Zamorano, el brasileño hizo siete, y los cachorritos de La Masía, 14. ¿Y deja en mal lugar este dato al medio verdiblanco? Ni mucho menos, es sólo un apunte que bien revela lo que sucedió en el Mini Estadi, que el Betis, a la voz de un Leónidas que incluso abrochó la goleada, propuso un partido para hombres y el rival por poco no acaba fuera del terreno de juego: era el minuto 90, con 0-3, y los béticos aún apretaban como posesos la salida del balón del filial, como si fuera el último partido de la Liga y los de Mel necesitaran algún gol más para agarrar el ascenso. Pero estos espartanos van camino de adelantar su gran victoria: no hay persas por el camino.
Defensa
La inquietud duró lo que tardó el Betis en ahormar el partido a su estilo de juego, apenas diez minutos. En esa fase inicial, la línea de creación azulgrana, con Dos Santos, Sergi Roberto y, unos metros más adelante, Víctor Vázquez, empezó a mover la pelota con rapidez, con querencia a buscar las diagonales de Nolito desde la izquierda. Miguel Lopes y Roversio empezaron a sufrir, pero poco a poco, el Betis cerró líneas, coordinó su presión adelantada bajo la agresividad y el oficio de Iriney y Beñat y, con la creciente dificultad del Barça B para iniciar las jugadas desde atrás, la zaga bética avanzó unos metros y negó el juego entre líneas a su rival. El filial se quedó sin respuesta, con Nolito bloqueado en su banda y Jonathan Soriano aislado.
Ataque
Mel volvió a acertar en su planteamiento inicial. Juanma entró por Salva Sevilla y Jonathan Pereira por Emana. Y las bajas, siendo importantísimas, no se notaron. Ambos ejercieron de falsos extremos, cada uno con sus virtudes: Juanma se metió en zonas interiores para ayudar a cortar el juego combinativo de los barcelonistas, y con la pelota filtró buenos pases al corazón del área. Por la otra banda, Jonathan Pereira se hartó de correr arriba y abajo, buscó las debilidades del lateral Ilie y se sumó a zona de remate como lo que es, un delantero puro y duro.
Tanto Juanma como Jonathan aprovecharon, además, el gran trabajo de Rubén Castro y Jorge Molina para arrastrar a los defensas y crear espacios.
Virtudes
Planteó un partido para hombres, con una valiente y eficaz presión, y echó del partido a unos pipiolos de academia a lo que les falta curtirse.
Talón de aquiles
Esas dudas iniciales.
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