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Economía

Pulido sostiene que lo mejor para la región es contar con "dos grandes cajas"

  • Cajasol apuesta por un proyecto paralelo al que diseñan Unicaja, Cajasur y Caja de Jaén y rechaza que las fusiones deban limitarse al ámbito autonómico

En contra de lo que desea la Junta de Andalucía, las fusiones entre cajas de ahorros no tienen que limitarse necesariamente al ámbito regional. Al menos eso es lo que piensa Antonio Pulido, presidente de Cajasol, quien intervino ayer en Madrid en los desayunos informativos de Europa Press. Pulido reafirmó la estrategia de la entidad que preside de llevar a cabo un proyecto autónomo de consolidación y crecimiento orientado al exterior de Andalucía, compatible con un modelo de "dos grandes cajas" en la región.

Los movimientos de la entidad sevillana apuntan hasta ahora a Extremadura, donde las dos cajas regionales -Caja de Badajoz y Caja de Extremadura- también planean una fusión regional, y a Castilla-La Mancha, donde los últimos rumores indican un acercamiento a Caja de Guadalajara, desmentido no obstante por su presidente, José Luis Ros.

Tras afirmar que no ha recibido ninguna invitación formal para sumarse al proyecto de integración liderado por Unicaja, Cajasur y Caja de Jaén, se desmarcó de esta iniciativa y confirmó su apuesta por un proyecto por separado. "Es perfectamente compatible un modelo de dos grandes cajas en Andalucía", subrayó Pulido, después de reconocer que Cajasol mantiene conversaciones de manera informal "con todos" para analizar todas las posibilidades que se le ofrecen en el marco de una reestructuración. Pulido defendió un panorama financiero en Andalucía marcado por dos grandes entidades como fórmula para garantizar la competencia y favorecer tanto a los clientes como a la economía en general.

Combinar entidades de distintas regiones "es una posibilidad que se presenta bastante sensata", declaró el presidente de Cajasol. Dio a entender de este modo que la entidad sevillana podría atraer en el futuro a otras de fuera de las fronteras andaluzas para crear una caja que se convierta en una de las dos eventuales cabezas financieras de Andalucía. "Quizá los mayores contactos [mantenidos hasta la fecha por Cajasol] hayan sido con las entidades que han salido a la luz pública", reconoció Pulido, que prefirió no dar nombres.

Tampoco quiso pronunciarse sobre si Cajasol ve imprescindible que la entidad dispuesta a integrarse con ella le permita mantener la sede del fruto de la fusión en Andalucía. "Sobre la sede ya se hablará, lo importante es que el proyecto crezca", acotó. Es lo que quieren el Gobierno y el Banco de España, dispuestos a reducir drásticamente el mapa de las cajas españolas -actualmente compuesto por 47 entidades-.

Cataluña, por ejemplo, ya ha movido ficha. Aunque en un principio todos los analistas vaticinaban que el primer movimiento lo protagonizaría Caixa Catalunya -hipótesis negada en una entrevista del presidente de la caja para Andalucía, César Barbosa-, serán Manlleu, Terrassa y Sabadell las primeras en dar el paso. La Caixa, con una liquidez muy por encima de las cifras que maneja generalmente el sector, permanece ajena al proceso de reestructuración alentado desde la Administración central.

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