Se cuentan con los dedos de una mano las bailaoras en activo, o casi, que representan el estilo clásico y puro de la escuela sevillana. Recordaba este hecho Manuel Herrera, director del ciclo Jueves Flamencos de Cajasol, en la presentación del espectáculo Mirando al pasado, que esta noche llega a la sala Joaquín Turina de Cajasol. Se trata, explica el coreógrafo gaditano Juan José Jaén El Junco, de un homenaje "de justicia" a una forma de entender el baile representado en la veteranía de Loli Flores. "Me gusta el braceo clásico... El baile moderno lo respeto, pero no me gusta", explica la artista sobre las tendencias actuales de la danza flamenca. Un estilo que está sirviendo, según Junco, para que "la gente se camufle mucho en el baile".

Es Loli Flores también reflejo de una época de grandes maestras del género en Sevilla -Matilde Coral, su preferida, Milagros Mengíbar o Fernanda Romero, entre otras- que arrancaron sus pasos en tablaos legendarios como Los Gallos, "una gran escuela" donde, recuerda Flores, "no había descanso, trabajábamos a doble sesión de lunes a domingo".

El espectáculo cuenta en escena con el baile joven pero apegado a las raíces de Susana Casas, una intérprete curtida también en los tablaos y con una amplia trayectoria a sus espaldas, sobre todo en los ballets de Cristina Hoyos. Para Casas, que como dato curioso fue la elegida para bailar unas guajiras ante Camilla Parker en su reciente visita a Sevilla, es "un honor" compartir escenario con una artista como Loli Flores, a quien admiraba desde los tiempos en que se cruzaban por los camerinos de Los Gallos.

El homenaje a los tiempos pasados -cuya reflexión a través de una voz en off guía la obra- se plasma en un programa que arrancará a ritmo de las seguiriyas de Susana. Este palo es también el elegido por Loli para regresar a un teatro de Sevilla, después de 15 años alejada de los circuitos oficiales del flamenco, exceptuando sus actuaciones en los tablaos. "Yo he bailado de todo, hasta can-cán, pero cuando llega la maternidad te empiezas a echar para atrás... y he tenido tres hijos. No te llaman igual que antes y yo nunca he valido para hacer pasillos ni pedir favores", se lamenta esta intérprete que pese a su discreta vida artística actual -o quizás por eso- ha sido reclamada en el escenario por un coreógrafo con el talento y la proyección de El Junco.

Para la ejecución de la coreografía "no le hemos pedido consejo porque verla bailar es ya el mejor consejo", apunta el gaditano. El recital se cerrará por alegrías donde los tres bailaores compartirán escenario. El cante lo pondrá El Galli y Juan José Amador.