Aunque ahora pasa por un excelente momento de forma, no ha sido fácil la temporada para Jorge Molina. Promesas incumplidas por parte del club y un entrenador, Julio Velázquez, que apenas contaba con él lo colocaron en el punto de mira. El regreso de Pepe Mel supuso un cambio radical a su situación como también a su rendimiento, que se elevó exponencialmente. Todos estos factores han cambiado el panorama sobre su futuro, una cuestión que en el club verdiblanco se quiere plantear cuando se consiga el objetivo del ascenso. Si hace unos meses muchos lo veían fuera de los planes de futuro de la entidad, ahora el de Alcoy se ha ganado un tratamiento distinto.

A Jorge Molina le quedaría un año de contrato cuando finalice esta temporada, pero su figura no es una más dentro del vestuario. No sólo se trata del primer capitán, sino que su contribución al Betis sólo puede ser calificada de sobresaliente desde su llegada en 2010. 72 goles en 180 partidos con la elástica verdiblanca así lo atestiguan, a la vez que su comportamiento, incluso en los peores tiempos de este año, ha sido ejemplar. Ni una declaración fuera de tono y siempre trabajando al máximo, Jorge Molina se ha vuelto a ganar el reconocimiento de los béticos, aun de aquellos que llegaron a dudar de él. Hasta la llegada de Mel, algunas voces apuntaron la posibilidad de una salida del delantero en el mercado invernal, algo a lo que él no estaba dispuesto. Tras el descenso, Jorge Molina no se planteaba dejar el Betis con esa deuda pendiente. Una vez que se consiga recuperar la categoría, la situación sería distinta para todos. Estas circunstancias provocan que más allá de la vinculación contractual, las partes se sienten en una mesa para valorar el mejor futuro. Eso sí, el delantero de Alcoy se encuentra muy a gusto en el Betis y dispuesto a cumplir el año de contrato que le queda, siempre y cuando también sea la intención del club.

Con el ascenso, como también ocurre con la mayor parte de contratos de la plantilla, Jorge Molina recuperaría un 50% de la ficha que firmó en 2013 y que sufrió una rebaja con la pérdida de categoría. Precisamente, esta circunstancia fue la que generó polémica, toda vez que desde el club se le había asegurado que se revisaría al alza su contrato, algo que posteriormente no sucedió. Ni esa promesa incumplida ha afectado al rendimiento del atacante, que sólo reclamaba más minutos para poder demostrar que todavía es importante para este equipo.

"Lo que más ha cambiado de mi situación es que ahora juego. Sin hacer era imposible meter goles", comentó recientemente Jorge Molina en declaraciones a este periódico. 15 goles en lo que se lleva de temporada, 13 de ellos desde la llegada de Mel, le han otorgado de nuevo un papel relevante dentro del equipo. Nadie se lo ha regalado, sino que su confianza ha ido aumentando con la recibida desde el banquillo.

Precisamente, el entrenador es su principal valedor dentro del club verdiblanco. "Lo importante es que el Betis ascienda, pero entonces Jorge Molina sabe que no tiene mejor defensa que Pepe Mel", expuso el propio técnico antes de la visita al Alavés, en toda una declaración de intenciones del que será su mensaje dentro del club.

Mientras tanto, el delantero sigue a lo suyo, sin hacer ruido. "Estamos trabajando para que el equipo vuelva a Primera. Yo tengo un año más de contrato y lo he dicho siempre, que mi intención es cumplirlo. No he tenido ningún problema con los dirigentes. Lo que tuve ya está hablado, cuando ascendamos volveremos a hablar y yo lo que diga el club me parecerá bien. ¿Un verano abierto de conversaciones? No, mi intención es la de seguir aquí y jugar en Primera, luego en fútbol puede pasar lo que sea, pero mi intención es la de seguir aquí. Es el club el que tiene que valorar y saber qué hacer en mi caso, ya hablaremos para ver qué pasa", manifestó ayer a la Cadena Cope, donde también resaltó el trabajo de Mel: "A mí particularmente y al equipo también, porque los resultados están ahí, nos vino bien el cambio de entrenador".

De momento, Jorge Molina sólo piensa en acabar la temporada. "Nos falta rematar el trabajo", asegura el de Alcoy, que tiene una conversación pendiente cuando se cumpla el objetivo.