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Maciá y el efecto invisible

  • El Betis echa en falta la aportación de las apuestas principales del director deportivo. Cinco fichajes del pasado año, entre los diez que más juegan en Primera.

Cuando el pasado 8 de abril, el Betis anunció oficialmente la contratación de Eduardo Maciá como director deportivo, los dirigentes béticos se mostraban, sobre todo en privado, eufóricos ante una llegada que tildaban como de primer nivel. Apenas siete meses y medio después, y tras una planificación que ya comenzó a generar dudas con sus primeros movimientos, el efecto Maciá se ha diluido hasta convertirse prácticamente en invisible en el primer equipo.

Las principales apuestas del director deportivo apenas están ofreciendo el rendimiento esperado. De entre los diez jugadores que más minutos han disputado en las doce primeras jornadas, casi un tercio de la competición, sólo Westermann y Joaquín corresponden a fichajes de este pasado verano. Incluso en la comparación del año anterior, con un Betis en Segunda y sin apenas disponibilidad para invertir en refuerzos, sale perdiendo. Bruno, Piccini, N'Diaye, Portillo y Cejudo sí están entre esos diez más utilizados por Mel, a los que se añaden otros como Rubén Castro y Adán, con quienes Alexis Trujillo, anterior máximo responsable del área deportiva, se debió sentar para convencerlos de permanecer en Heliópolis pese al descenso.

El club verdiblanco otorgó plenos poderes a Maciá, que ha confeccionado un equipo de trabajo a su medida para el primer equipo, y que también ha influido en decisiones de cantera. Los medios técnicos con los que cuenta la dirección deportiva también han aumentado, un aspecto al que se le espera ver resultado más pronto que tarde.

El primer gran fichaje del valenciano fue Van der Vaart, quien apenas lleva 116 minutos disputados entre lesiones y dietas para ponerlo en forma. Pezzella, con un coste de 2,5 millones por el 50% de sus derechos, apareció como la siguiente gran apuesta. "Nos dará liderazgo", expresó Maciá durante su presentación. Tras casi un tercio de competición, el argentino apenas ha disputado 302 minutos y él mismo ha admitido que está encontrando dificultades para adaptarse al campeonato español. Entre ambos, Maciá firmó al inédito Tarek, al que se le sigue buscando equipo para enero, y Petros. "Su juego es de centrocampista de salida, ofensivo de llegada", definió Maciá al brasileño, por el que pagó 1,1 millones de euros por el 50%.

La siguiente incorporación fue Digard. "Nos solucionará los problemas del centro del campo", dijo el valenciano sobre el francés, fichaje al que sí conocía Mel, y que acumula una lesión muscular tras otra desde la pretemporada. Tras Digard, Maciá firmó de una tacada a Vargas, que respondió en sus cinco primeros partidos pero que lleva más de dos meses fuera del equipo, y a Westermann, un central con oficio que sí está cumpliendo las expectativas.

En el último día de mercado, el Betis confirmó el regreso de Joaquín, el otro fichaje que sí está aportando, y a Van Wolfswinkel, un delantero de área y distinto a Adrián, el objetivo que persiguió Maciá antes que al holandés.

Sólo Nuno en el Valencia utiliza menos a sus refuerzos en la Liga

Si hace unas semanas Mel aseguró que llegaba el turno de los fichajes, éstos apenas han rendido en el terreno de juego, lo que provoca que el Betis sea uno de los conjuntos en los que los refuerzos tengan menos presencia entre los que disputan más minutos. Así, únicamente, el técnico del Valencia, Nuno, utiliza menos a sus fichajes, aunque el portugués ha alternado entre la competición liguera y europea. Muy diferentes son los casos de Eibar, donde aparecen siete refuerzos entre los titulares, Deportivo, Getafe y Rayo, con cuatro cada uno de ellos entre los diez más utilizados de su plantilla. Un caso distinto es el Sporting, que, sin dinero para invertir, cuenta con dos incorporaciones, de las cuatro realizadas, entre los más empleados.

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