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Un Betis sin personalidad ni defensa (1-0)

  • Los verdiblancos no opusieron resistencia alguna ante la Real Sociedad y volvió a aparecer ese equipo anodino que tanto ha enfadado a los aficionados

La semana pasada hablábamos del coraje, la garra, el pundonor y las ganas del Betis por ganar el partido. En Anoeta, ante la Real Sociedad, no se ha visto a ese Betis. Ha vuelto el equipo anodino al que parece que nada va con él. Ha perdido por un gol. Pudo perder por más e incluso hasta marcar alguno, pero hoy no ha querido ganar el partido. Ni lo ha intentado. Y con la defensa que tiene el Betis, lo raro es que no le marquen un par de goles en todos los partidos porque el partidito que se han marcado tanto Piccini como Bruno es para que no volviesen a jugar de titular en varias semanas, al igual que Dani Ceballos, ese jugador que muchos defienden y que todavía no ha demostrado nada. Hoy tenía la oportunidad y, como sigue siendo de costumbre en él, la ha desaprovechado.

En la primera parte, la Real empezó mandando en el partido. La posesión era absoluta y el Betis, en los pocos lapsos de tiempo que tenía el esférico, era incapaz de hacer nada más allá de perder el balón.

Los vascos atacaban por las bandas y ponían centros al área, lo intentaban trenzando jugadas por el medio pero eran incapaces de hacer daño al Betis, a pesar de los fallos defensivos. En uno de esos fallos llegó la ocasión más clara de los primeros 15 minutos de partido. Xabi Prieto mandaba un centro al área que remató William José en el interior del área chica, ganándole la posición a Piccini y que obligó a Adán a emplearse a fondo. Primer aviso serio de la Real.

A partir de esa ocasión, el Betis cambió la forma de jugar y ya no esperaba a la Real en su campo, lo presionaba arriba. O al menos eso era lo que intentaba porque la presión no surtió mucho efecto.

Hoy era el día en el que los jugadores defensivos no estaban bien. Bruno, Petros o Piccini eran ejemplos claros de que la defensa hacía aguas por todas partes. Sin ir más lejos, un exceso de conducción de Petros, que acabó perdiendo el balón, casi terminó en un golazo de Xabi Prieto que intentó colarle una vaselina a Adán desde fuera del área.

Pero con ese fallo de Petros no iba a terminar el recital defensivo del Betis. En otro pase al área de la Real, Bruno se quedó parado en el sitio y William José volvió a ganarle la partida a la defensa del Betis. Otra vez Adán se tuvo que emplear a fondo para que el Betis no se fuese por debajo en el marcador.

La única ocasión del equipo verdiblanco fue un gran lanzamiento de Alex Alegría a la medía vuelta desde fuera del área que impactó en un defensor de la Real y obligó al portero a estirarse al máximo.

A partir de la ocasión de Alegría, el Betis se motivó y empezó a buscar el marco rival. Dani Ceballos, que no era titular desde la temporada pasada, no demostró nada y dio argumentos de peso a Poyet para que no cuente con él en el once inicial.

La segunda mitad empezó igual que la primera, con la Real mandado y controlando el balón. La gran diferencia fue que a la primera que tuvo, la metió dentro.

El gol de la Real llegó exactamente igual que las ocasiones más claras que tuvo durante la primera mitad. Oyarzabal mandaba el balón al segundo palo y Carlos Vela, que entraba como un puñal y sin oposición alguna de Piccini, remataba a placer. Imposible para Adán.

El Betis estaba tocado y la Real seguía atacando y volcada en el área del Betis. Los minutos seguían y los jugadores verdiblancos eran incapaces de revertir la situación.

En el minuto 70 Poyet decidió darle aire fresco al Betis y quitó a Joaquín y a Rubén Castro. El cambio del canario es difícil de explicar al menos de que estuviese lesionado. Musonda y Nahuel, que debutaba en el Betis, tendrían 20 minutos para darle la vuelta al marcador.

Pero lo que ocurría era que el Betis era incapaz de llegar al área de la Real y los vascos sí llegaban con relativa facilidad y buscaban la portería de Adán, tanto desde dentro como fuera del área.

Los minutos iban pasando y el Betis seguía sin ser capaz de causarle peligro o miedo a la Real Sociedad. No fue bien entrado el 80 que los de Poyet pudieron llegar al área rival cuando la Real estaba sin fondo físico y aún así, Oyarzabal tuvo una ocasión muy clara que volvió a salvar Adán, el mejor jugador del Betis con diferencia. Si no llega a ser por el portero, podríamos estar hablando de un 3-0 perfectamente.

Que se pierdan partidos es lógico y más cuando eres visitante. Lo que preocupa y mucho es la imagen que ha dejado hoy el Betis en el campo. Veníamos de dos partidos en los que los verdiblancos luchaban todos los balones y se dejaban el cuerpo y el alma en el campo. En Anoeta lo han dejado todo en el autobús porque este Betis hoy ni ha podido ni ha querido competir. Bendito parón. 

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