Entre los rivales del Betis este viernes se espera a una cara conocida como la de Didier Digard, el centrocampista cedido por el club verdiblanco a Osasuna el pasado verano y que ayer se estrenó en el campeonato liguero, tras la lesión sufrida en la pretemporada que lo ha mantenido fuera del equipo rojillo. Y es que en el contrato de préstamo no se incluyó la conocida como cláusula del miedo -según fuentes de ambos clubes consultadas por este periódico-, por lo que Digard no tendría impedimento alguno para jugar ante el Betis en una cita clave para los verdiblancos.

"Espero que sea nuestro líder", señaló Enrique Martín, entrenador de Osasuna, en la conferencia de prensa previa al duelo de ayer ante el Eibar, donde señaló esa importancia que Digard tiene en sus planes. Y es que el francés se convirtió en una petición expresa del técnico durante el verano para cubrir la baja de Mikel Merino, el joven centrocampista criado en Tajonar y que puso rumbo al Borussia Dortmund. La lesión muscular sufrida por Digard nada más incorporarse a Osasuna ha retrasado su estreno oficial, de ahí que Enrique Martín haya probado con otras alternativas, aunque ninguna de ellas ha terminado de convencer.

Ayer, el técnico osasunista cumplió con lo prometido y colocó a Digard desde el inicio como jefe del centro del campo hasta que en el minuto 70 el francés pidió el cambio extenuado para dejar su sitio a otro ex bético como Fausto Tienza.