Esta vez la mayoría de los indicadores son positivos. A decir verdad, bastante positivos. Según los datos del Ministerio de Empleo, el paro cayó en Sevilla el mes pasado en 3.935 personas, lo que supone que éste ha sido el mejor septiembre desde 1989. Y eso teniendo en cuenta que siempre ha subido el paro en ese mes en Sevilla salvo precisamente en 1989 y 2007. Además, Sevilla es la segunda provincia de España donde más desciende el paro, sólo superada por Ciudad Real.

También la afiliación a la Seguridad Social ha acompañado esta vez, algo no habitual en los últimos meses. Sube de forma bastante significativa, en 7.493 personas. Ello se debe, en gran parte al tirón del sector agrario, que acumula el 47,1% del alza (3.536 personas más afiliadas en esta actividad).

El tercer elemento alentador es que en la comparación anual el paro ya baja. Levemente, pero baja. El año pasado estaban registradas en las listas del paro 249.643 personas y a fecha de finales de septiembre de este año lo están 248.389. 1.254 personas menos, o, lo que es lo mismo, un retroceso del 0,50%. Además, la evolución en el año es también positiva: 2013 comenzó con 254.855 parados y la provincia ya está por debajo de la barrera psicológica de los 250.000. Y el balance del verano es también favorable. Hay 4.232 personas menos en las listas del paro desde el mes de junio, aunque la mayoría del descenso se ha concentrado en el mes de septiembre.

Frente a esta marea de buenos datos, hay sombras que muestran la clara debilidad de la recuperación del mercado de trabajo. El hecho de que el motor de este repunte del empleo sean las campañas agrarias (aceituna, fruta de hueso, etc.) da la medida de lo coyuntural de la evolución. Es más: el sector servicios, el que sustenta el grueso de la economía sevillana, todavía registra una subida del desempleo, leve, pero al fin y al cabo subida, de 256 personas. En cuanto al resto de sectores, construcción se comporta muy bien, con 1.729 personas menos en el paro, aunque queda la duda de si baja porque hay más empleo o por el trasvase de demandantes a otras ramas de actividad. La industria también termina bien septiembre, con 990 personas menos en el paro, lo cual puede ser indicador de que la agroindustria está acompañando la mejoría del sector agrario.

Otro nubarrón, y grande, es la calidad del empleo que se crea. Cada vez más temporales y menos indefinidos. La actividad económica es mayor, como demuestra el hecho de que el número de contratos crece un 13% respecto a septiembre del año pasado totales (84.404), pero mientras los fijos caen un 16% los que tienen fecha de finalización repuntan un 15%. Eso trae como consecuencia que en el acumulado del año los indefinidos sólo sean el 3,74% del total.

El último punto negro es que, al contrario que el paro, la afiliación -que marca el nivel de ocupación, es decir, las personas que trabajan- ha caído en un año en 24.818 personas, hasta 634.153. En gran parte, el paro baja porque muchos dejan de inscribirse en el SAE, no porque se cree empleo.