La Fiscalía ha incorporado otro caso a las diligencias que ha abierto por la presunta desaparición de dos hermanas gemelas nada más nacer en el Hospital Virgen del Rocío de la ciudad, en este caso referente a un bebé nacido en el mismo año de 1977.

Así todo, una mujer vecina de la localidad sevillana de Montellano denunciará ante la Fiscalía el "robo" de su bebé recién nacido en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, antiguo García Morato, sumándose de esta manera a las dos denuncias que han sido interpuestas en los últimos días por la desaparición de tres bebés en el año 1977 y que han motivado que el Ministerio Público abra diligencias de investigación.

En este sentido, la afectada, Rosario Turrillo, ha explicado que fue el día 4 de abril de 1979, estando embarazada de siete meses y con 19 años de edad -su marido tenía 23-, cuando se puso de parto e ingresó con contracciones en el Hospital García Morato. En ese momento, la reconoció un médico y la llevaron a una habitación, donde una mujer "que no sabe quién era" le dijo que "tendría un niño muy grande, lo que le extrañó, porque estaba de siete meses y tenía poca barriga".

Más tarde, y según su relato, la llevaron a otra habitación, donde, estando sola, rompió aguas y la llevaron a un paritorio. "Yo no vi nada de mi parto porque me dejaron dormida, durante todo este tiempo no tuve contacto ninguno con nadie de mi familia", ha señalado la mujer, quien ha agregado que, cuando despertó, estaba en otra habitación que "estaba llena de estanterías con sábanas y toallas".

"Extrañada, empecé a dar voces llamando y no vino nadie, cuando pude levantarme quise abrir la puerta y ésta estaba cerrada con llave, por lo que empecé a dar golpes y vino una enfermera que me abrió y me preguntó qué hacia allí, a lo cual contesté que no lo sabía", según ha proseguido Rosario, agregando que, "impaciente, le pregunte qué había tenido, niño o niña". "Ella no lo sabía y fue a mirar en el parte, pero no vio nada", ha apuntado.

Al marido no le dejaron ver a la niña

Tras avisar al médico, éste fue a verla y le dijo que había tenido una niña, "pero que esta estaba grave". Al día siguiente, otro médico fue a verla y le dijo "que si no me habían dicho que la niña se murió a la media hora de nacer", pero a su marido "le dijeron, cuando nació, que estábamos las dos bien".

Según ha aseverado, a su marido no le dejaron que viera a la niña ni tampoco que fuera al entierro. "Cuando me dieron el alta y me preguntaban los allegados yo decía que, o se me había muerto o me la habían quitado, pero actualmente estoy convencida de que mi hija está viva". "Otro dato que creo que confirma mi historia es que cuando estaba embarazada de mi tercer hijo fui a revisión y en el historial no había constancia de mi primer parto", ha concluido. 

Fuentes de la Fiscalía han informado de que este segundo caso ha sido incorporado por denuncia de los padres, cuyo hijo fue declarado muerto en el momento del nacimiento en el mismo hospital.

El caso se ha incorporado a las diligencias de investigación abiertas por denuncia de Juan Gómez y Felisa Sosa, un matrimonio de Utrera cuyashijas gemelas fueron declaradas muertas nada más nacer el 27 de junio de 1977.

En relación a este primer caso, el hospital ha afirmado este jueves en una nota de prensa que dispone de los protocolos de las autopsias practicadas en su día a las gemelas, que ha puesto a disposición de la autoridad judicial que lo solicite.

El comunicado remitido afirma que el hospital ha recuperado también la historia toco-ginecológica de la paciente, con las observaciones médicas y de enfermería correspondientes, así como los resultados de diferentes pruebas diagnósticas que se realizaron a la gestante durante su estancia hospitalaria.

"Tanto el equipo de Ginecología y Obstetricia del centro como la propia Dirección manifiestan su completa disposición para atender personalmente a la familia, al mismo tiempo que solicitan la máxima prudencia en el tratamiento informativo de un caso que pone en duda la profesionalidad y honestidad de médicos aún en activo", afirma la nota.

Tras la divulgación de una veintena de casos que investiga la Fiscalía de Cádiz, el Ministerio Fiscal sevillano ha abierto otras diligencias ante las sospechas de los padres de que sus recién nacidos pudieron ser dados a otras familias.

En el caso del matrimonio de Utrera, la madre, entonces de 20 años, fue anestesiada para el parto y al despertarse los médicos le informaron que había dado a luz a dos niñas muertas, que no le mostraron para evitarle pasar un mal rato, según asegura.

Los padres afirman que en diciembre pasado acudieron al cementerio de San Fernando, donde el Libro de Registro tiene anotado un feto hembra, por lo que denunciaron el caso a la Fiscalía para averiguar si una de las niñas pudo haber sido entregada a otra familia.