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Polaco entra, polaco sale

  • La llegada de Krychowiak ha precipitado el descarte final de Trochowski, cuyos agentes han recibido el apremio para que lo coloquen en el mercado. Su rodilla complica su nueva situación.

Es así de duro. En un fútbol en el que todo es tremendamente exigente y competitivo, las plazas en un equipo de élite están contadas y un desliz, una temporada sin el ritmo del grupo o un simple episodio de mala suerte puede hacer que un profesional pierda un tren que ya le es difícil coger.

Y uno tiene el hueco mientras no llegue el reemplazo. Llegó Barbosa y a Javi Varas le pusieron las cosas más negras todavía de lo que se las pintaron antes. Ahora ocurre lo mismo con la llegada de Krychowiak, que deja fuera a Trochowski y lo mismo le puede pasar a Jairo en el momento en el que Monchi cierre la incorporación de ese futbolista perfil Pedro León que está reclamando Emery si en pretemporada no hace cosas que llamen poderosamente la atención.

Todos los que han visto cómo ha trabajado Piotr Trochowski desde la grave lesión que sufrió se han alegrado de que el futbolista alemán, polaco de nacimiento, haya vuelto a los terrenos de juego y a un nivel competitivo alto, cuando muchos apostaban a que no volvería a pisar un terreno de juego. Trochowski sufrió una durísima lesión de cartílagos (lo peor en cuestión de rodilla por su incapacidad orgánica para regenerarse) agravada en el post-oratorio con una reconstrucción de la tibia.

Trochowski no sólo logró volver a los terrenos de juego a base de trabajo duro durante un año (la cultura alemana también pesa), sino que lo hizo a un nivel aceptable. El ex jugador del Hamburgo fue utilizado por Emery en algunos partidos y dio un nivel correcto, algunos encuentros incluso como falso extremo derecho y buscando el interior. Pero no es suficiente en el fútbol de alta competición.

Ahora, la llegada de Krychowiak ha acelerado la situación que ya sabía: debe buscar una salida. El club le ha recordado a Trochowski que no va a tener sitio en la plantilla tras la llegada de su compatriota de nacimiento, y más cuando llegue el segundo medio centro que está buscando Monchi en el mercado.

El problema con el bravo y pequeño centrocampista alemán empieza cuando se empieza a pensar en su hipotética situación en el mercado. La grave lesión y sus operaciones en Denver están en su currículum y eso difícilmente es pasado por alto hoy en día en un club de élite. Además, su alta ficha en el Sevilla (que supera los 1,5 millones de euros) es otro factor que no va en su beneficio. Su sueldo sólo lo podrían asumir ciertos clubes en ligas potentes, pero que estudiarían en su caso la verdadera relación entre lo pagado y lo que realmente, en número de partidos, va a ofrecer el futbolista.

Sus agentes ya saben desde que se empezó a planificar la pretemporada que debían mover al jugador, pero la reciente llegada de Krychowiak al vestuario sevillista ha servido de apremio, pues su situación, si ya estaba medianamente clara, pasa a ser definitiva. No tiene sitio. De hecho, Trochowski, al igual que Javi Varas, no viajó con el resto de sus compañeros a la gira europea.

El asunto no puede decirse que tenga fácil solución. El germano-polaco llegó en verano de 2011 con la carta de libertad en el bolsillo, negoció un sueldo suculento (de los más altos de la plantilla) y firmó un contrato por cinco temporadas, es decir que tiene aún dos campañas firmadas en el Sevilla.

El mercado no está, desgraciadamente, para él. En Alemania y Holanda tiene cartel, pero el estado de su rodilla limita mucho sus posibilidades, sobre todo cuando en el Sevilla sus números no han llamado la atención. 58 partidos en total en las tres campañas y en todas las competiciones, siendo, lógicamente antes de la lesión la mayoría de sus actuaciones (la pasada Liga jugó 9 encuentros). Lo más brillante, un gol en Nervión que sirvió para ganar al Madrid.

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