Con Beto entre los 17 futbolistas que aterrizaron este martes en Buenos Aires, cabe pensar que Sergio Rico tendrá que cederle el paso tras el parón liguero al meta titular, que además es uno de los capitanes del equipo. El meta canterano ha disputado hasta ahora 23 encuentros, habiendo encajado entre las tres competiciones, 27 goles. La cifra, elevada porque el portero de Montequinto ha jugado en una fase en la que el Sevilla ha protagonizado muchos partidos de ida y vuelta con grandes goleadas, positivas y negativas, no desdice de su rendimiento evolutivo. Sergio Rico puede incluso abrir un debate inoportuno en la portería una vez que el Sevilla retome la competición el Sábado Santo, ante el Athletic.

El jugador de 21 años está viviendo el sueño inesperado de defender la portería de su equipo de la infancia. El infortunio de Beto y Barbosa en el inicio de la campaña le abrió una pequeña puerta que se agrandó totalmente cuando Benzema entró con todo al portugués en el Bernabéu, el pasado mes de febrero. Con Barbosa en un rol casi marginal, Sergio Rico se ha destapado como un portero, aún por pulir, que ha protagonizado una evolución muy positiva, sobre la base de su sobriedad y su seguridad, sobre todo en acciones de agilidad bajo los palos. Pese a algún error en salidas del área chica, como en Anoeta, en las eliminatorias europeas ante el Borussia Mönchengladbach y el Villarreal ha demostrado que tiene capacidad de respuesta ante situaciones de máxima tensión, en ambientes hostiles y ante equipos de primer nivel que lo pusieron a prueba en innumerables ocasiones.

La buena racha del Sevilla desde la victoria del equipo en el Borussia Park, donde también realizó intervenciones de mérito y cruciales para la supervivencia europea de los de Emery, tiene mucho que ver con Sergio Rico. La defensa ha crecido con la regularidad de Pareja después de un periodo de problemas musculares que hicieron guadianescas sus apariciones en el once titular. Pero los siete partidos consecutivos sin perder que acumula el Sevilla desde aquella cita en Alemania también tienen mucho que ver con la confianza que ha ido transmitiendo Sergio Rico.

Ni siquiera el hecho de ser sevillista ha hecho merma en los nervios del jugador a la hora de afrontar grandes retos. Al contrario, le ha dado calma y capacidad de respuesta. Ahora debe cederle el testigo a Beto. ¿O no?