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Luis agranda el problema

  • La negativa del ex seleccionador deja al Sevilla sin relevo para Jiménez obligándole a improvisar ante la falta de opciones en el mercado · Antonio Álvarez, la solución al conocer mejor la plantilla que alguien de fuera

El plan que tenía el Sevilla cuando decidió destituir a Manolo Jiménez se le ha caído de la noche a la mañana como un castillo de naipes con la negativa de Luis Aragonés a aceptar la oferta que le presentaron Del Nido y Monchi en Córdoba. Si las sensaciones que la ejecutiva del consejo tenía era que tenía la espaldas guardadas tras los primeros contactos con el seleccionador, lo cierto es que una vez que el de Hortaleza conoció que el Sevilla quería reservarse la opción de tirar por otro camino la próxima temporada, no ha tardado en responder que no. El problema ha sido que Jiménez ya estaba en la calle y que el Sevilla se encontraba sin entrenador a falta de diez jornadas para el final del campeonato de Liga y con una final de la Copa del Rey pendiente.

Del Nido y Monchi han sopesado los pros y los contras de esta nueva situación y ante la falta de opciones que ofrece el mercado de entrenadores, la solución de urgencia y quién sabe si definitiva hasta el final del ejercicio es que sea Antonio Álvarez el que entre por las puertas de un vestuario que conoce muy bien. Sobre todas las cosas, se valora de este entrenador de la casa el hecho de que mantiene muy buena relación con los pesos pesados de la plantilla de su anterior etapa como segundo espada de Juande Ramos y también un tiempo con Jiménez. Además, entienden en el club que Álvarez conoce mejor la plantilla e incluso las posibilidades de los jóvenes que están a caballo entre el primer equipo y el filial que cualquier técnico que vaya a venir de fuera en estos momentos. Esto es un aspecto importante porque, entre lesiones y otros auntos, el Sevilla tiene disponibles apenas 14 ó 15 jugadores profesionales y no cabe duda de que el inquilino del banquillo sevillista en estos diez partidos va a necesitar conocer bien y -sin tiempo para aclimataciones- las posibilidades del plantel, las prestaciones que puedan dar los más jóvenes y también los vericuetos anímicos que puedan esconder todos y cada uno de los futbolistas con los que va a trabajar en un espacio corto y clave en la consecución de los objetivos como es el tramo final de la temporada.

La verdad es que es la mejor solución que los responsables del club han encontrado en dos días de locura en busca de un entrenador. Antonio Álvarez ya dirigió la sesión de ayer bajo la supervisión de Monchi, hoy también lo hará y todo indica que viajará a Villarreal mañana y se sentará en el banquillo, aunque aún ayer por la tarde estaba a la espera de una confirmación en toda regla por parte de los que mandan. Al igual que debía elegir a alguna persona que le ayudara en labores tácticas para formar parte de un cuerpo técnico en el que, por supuesto, iban a tener cabida Ramón, Orellana, Nacho Oria y Paco Leal. En principio, Ramón Vázquez, que sí está pendiente del primer equipo, seguirá en su actual cometido de scouting.

Porque Monchi, desde que el mismo día de la reunión en Córdoba por la noche -pasada las doce de la madrugada- ya conoció la negativa de Luis, está rastreando el mercado y buscando una alternativa que satisfaga las necesidades del equipo. Pero no es nada fácil. Los entrenadores disponibles en España son muy pocos (Laudrup, Schuster, Víctor Muñoz...) y si se piensa que el que llegue va a tardar en enterarse de la película el tiempo en que el curso futbolístico expira, mucho más si es extranjero.

Los capitanes también han hecho ver a Monchi que la figura de Antonio Álvarez podía ser la adecuada por su buen manejo de las relaciones en el vestuario si, además, se trata de una situación de interinidad. Porque el asunto de Luis Aragonés se ha enquistado al hablar del proyecto de futuro. En eso el Sevilla no tiene nada claro que el de Hortaleza sea el hombre adecuado. Monchi busca un perfil que no tiene por qué ser Gregorio Manzano. De hecho, no hay nada ni firmado ni acordado para el año que viene. El club está siguiendo perfiles y aún no ha decidido nada. El jiennense podía ser uno, sí, pero no es el definitivo. Están otras opciones como Quique Flores, Valverde (Lotina no, porque ha renovado) o incluso Míchel, al que se le estudia desde lejos.

En este asunto resultan curiosas unas palabras del presidente del Getafe ayer en Radio Marca. Ángel Torres dejó caer que al Sevilla le agradan todos los entrenadores que pasan por el coliseo Alfonso Pérez. "Laudrup y Schuster son dos buenos entrenadores que yo he tenido, y también sé que al Sevilla le gusta Míchel, que es nuestro entrenador actualmente. De hecho creo que en el Sevilla gustan casi todos los entrenadores que hemos tenido, porque también tuvimos a Quique y sé que a Monchi le gusta mucho. Hablo a menudo con Quique y lo sé, pero claro, si renueva con el Atlético no es una posibilidad, ha comentado".

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