El Betis Energía Plus viaja a Andorra para afrontar mañana la octava jornada de la Liga Endesa, una cita en la que el triunfo se antoja como de urgente necesidad dado el nefasto comienzo de temporada que ha llevado a los ahora pupilos de Óscar Quintana a caer de modo consecutivo en los primeros siete compromisos.

Ya lo advertía el entrenador verdiblanco en su primera comparecencia. El peso de derrotas que soporta en la mochila el plantel bético ha provocado un bloqueo mental. Esa circunstancia, interpreta Quintana, está haciendo a los suyos aparentar un peor nivel del veradadero.

"El equipo está haciendo un esfuerzo en lo físico, en lo técnico, pero existe esa ansiedad de querer ganar cuanto antes. Hasta que no llegue el partido y no veamos cómo manejamos nuestros nervios… Todo lo demás son especulaciones", explicó el entrenador en la rueda de prensa previa a la disputa del choque.

La deseada tensión que todo equipo ha de encontrar para alcanzar su pleno rendimiento está convirtiéndose en el principal enemigo de los verdiblancos en este desgraciado inicio. Los porcentajes de tiro de los jugadores, así como un amplio compendio de estadísticas adyacentes, señalan en efecto un estancamiento perjuicioso. Para ello, para destensar a sus jugadores, Quintana apostó por reducir la presión: "No podemos vivir cada acción como el momento definitivo. Hay hay que tener también calma y paciencia. Es lo que nos falta. Cada persona tira sobre lo que ella cree que es bueno para el equipo, pero no lo hacemos de manera coordinada", dijo el cántabro.