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Sólo dudas el día después

  • En la fecha en que la sociedad matriz del actual club, el Clubasa, cumple 30 años, su futuro, como el de la propia ACB, está plagado de incógnitas

McConnell penetra ante Cabezas en el partido del pasado sábado.

McConnell penetra ante Cabezas en el partido del pasado sábado. / xoán rey / efe

Ni un mensaje de autocrítica. Tampoco pidiendo perdón en las redes sociales de los jugadores que protagonizaron el descalabro del club. Ni siquiera de ánimo, porque todavía no se sabe qué puede pasar... La nada. El día después de que se produjese el descenso virtual -hay que ganar los dos encuentros que le quedan y que Zaragoza no lo haga- sólo hay preguntas sin respuestas sobre el futuro del equipo y de la entidad cuando este 8 de mayo se cumplen 30 años de la fundación de Clubasa, sociedad matriz del Betis Energía Plus.

¿Habrá descensos?

Quizá es la principal incógnita que existe hoy en el baloncesto nacional. Las últimas cinco temporadas no los hubo y se salvaron, por ejemplo, el Estudiantes y el Manresa en dos ocasiones, el Gipuzkoa, que ahora intenta ascender, en tres, el Fuenlabrada y el Valladolid. Las caras nuevas en este tiempo llegaron por las renuncias (por problemas económicos) de otros que apostaron por abandonar la categoría. Los problemas no desaparecen ignorándolos, que es lo que pretendió la ACB en el último lustro y ahora tiene una papeleta complicada que resolver.

¿Qué pasará con el canon?

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) impuso una multa de 400.000 euros a la ACB "por imponer condiciones económicas desproporcionadas y discriminatorias para el ascenso de otros clubes a la Liga". Pero el canon, hoy por hoy, no ha desaparecido, aunque el tema llegará a los tribunales. El procedimiento de la CNMC, que también pidió que en el futuro se abstenga de realizar conductas semejantes, comenzó en octubre de 2015, tras una denuncia del CB Tizona de Burgos, que por tercer año renunció a la ACB por no poder asumir los requisitos.

La asociación de clubes emitió un comunicado oficial anunciando que recurrirá la resolución de la CNMC sobre la cuota de entrada y el fondo de regulación de ascensos y de descensos "porque atenta contra la capacidad auto-organizativa de las ligas profesionales".

Litigio largo

Contra la sentencia cabe recurso ante la Audiencia Nacional, órgano ante el que la ACB ya ha pedido la suspensión cautelar de la resolución mientras no haya una sentencia firme, ya que defiende que "ha operado con este modelo durante 27 años" y "atenta de manera muy grave" contra el gobierno de una asociación privada deportiva. "La implantación de una cuota de entrada y del fondo de regulación de ascensos y descensos -lo paga el que sube y cuando baja vuelve a recibir los más de 1,5 millones pagados- "fue consensuada con la Federación Española de Baloncesto (FEB) y a su vez visado por el Consejo Superior de Deportes (CSD)". Con los recursos, el proceso podría alargarse varios años más.

En los últimos cursos sólo el Andorra fue capaz de pagar los cerca de seis millones que suponían el canon y el fondo de garantías. Si se eliminan, el club del principado y otros pedirían a la ACB que les devolviera parte de lo pagado.

La presión de los grandes

La renuncia del Gipuzkoa, al que se invitó a seguir en la ACB la temporada pasada, dejó la liga en 17 conjuntos. El deseo de los grandes de la competición que disputan Euroliga es dejar la liga en 16 para restar partidos a un calendario muy largo y exigente con el nuevo formato de la máxima competición continental.

Sin embargo, otro escenario, más ventajoso para el Betis, podría ser posible a tenor de unas declaraciones de Jaume Arnau, presidente del ICL Manresa, a finales de febrero: "La intención de la ACB es hacer una Liga de 18 equipos sin play off, una decisión muy coherente y acertada, porque haría que todos los partidos fuesen más importantes y la liga ganaría interés".

¿Quién puede subir?

Aunque el canon se suprimiera, que está por ver -podría reducirse- , habría que ver qué clubes están en disposición de ascender. El Gipuzkoa, campeón de LEB Oro, apura sus opciones, aunque con una deuda de casi tres millones sus rectores se plantean que la viabilidad de la entidad pasa por seguir en la segunda categoría. Palencia y Melilla lograron el pasado curso un ascenso diferido que deben cumplimentar antes del 15 de junio, pero si no se ha resuelto para entonces la viabilidad del canon renunciarían también como hizo el Ourense el verano anterior. El Tizona Burgos, ahora sin equipo profesional, reclama su plaza y el otro Burgos que nació (el Miraflores, fundado en 2015) está en los play off de ascenso. El Breogán, que ya estuvo en la ACB y tiene el canon pagado, sería un serio candidato a ascender si cambian las condiciones para hacerlo, aunque dependerá de cómo quede configurada la próxima liga.

¿Y el Betis?

Más allá de ciertos recursos humanos y poner su marca, el Betis adquirió las acciones de la entidad por un euro y en su junta ordinaria de finales de 2016 aprobó su absorción como sección propia. Su presidente, Ángel Haro, debería mostrar su apoyo al equipo o no independientemente de la categoría en la que militará, algo que no se sabrá hasta bien entrado el mes de julio, por lo que quedan dos meses de espera y negociaciones.

Muchas dudas en el 30 aniversario de un club que, una vez, tiene ante sí un futuro descorazonador y muchas preguntas interrelacionadas sin respuestas aún.

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