Real Betis

Un bético ejemplar que brilla en el cuarto anillo

  • Pedro Buenaventura fallece a los 86 años.

  • Pasó más de 40 en el Betis encarnando los valores del club.

Pedro Buenaventura Gil.

Pedro Buenaventura Gil. / Juan Carlos Vázquez

El cuarto anillo acogió este martes a Pedro Buenaventura Gil, una excelente persona que reflejaba lo que era el Betis, su Betis. Un club en el que pasó 40 de los 86 años con los que se despidió este martes, en un día triste para la familia bética.

Se marcha una persona cercana, bondadosa, incapaz de no dejar sin ayuda a nadie y con Betis en las venas. Un bético que desempeñó diferente funciones en el club verdiblanco, con cuatro breves estancias como entrenador interino del primer equipo, en 1977, 1982, 1988 y 1989, sin olvidar su trabajo en los equipos juveniles, como encargado de la cantera, delegado de campo y de viajes, representante del club en la Federación Andaluza y en la Escuela de Entrenadores y responsable de la Secretaría Técnica verdiblanca durante diez años, hasta su jubilación.

"Ante el Tenerife, me estaba muriendo por el Betis y los béticos me salvaron"

Y en todos estos años en la entidad de Heliópolis dejó innumerables y eternos recuerdos, como aquella tarde en que el Betis mantuvo la categoría, en la temporada 87-88, ganando a Las Palmas (1-2, goles de Gail y Calleja) con Buenaventura en el banquillo. Pero sobre todo, en la retina del hincha que siente en verde y blanco queda el partido de vuelta de la promoción (88-89) contra el Tenerife. El Betis perdió 4-0 en el Heliodoro Rodríguez López -muy cuestionada quedó la figura del por entonces portero Nery Alberto Pumpido- y en la ida los verdiblancos ganaron 1-0 y no pudieron evitar el descenso a Segunda División. Sin embargo, la afición , al final del partido, empezó a gritar "¡Betis, Betis!", algo que dio vida a Buenaventura, como él mismo rememoró: "Me estaba muriendo por el Betis y los béticos me salvaron. Cuando un bético me pide algo lo atiendo por dos razones: por obligación como empleado y por agradecimiento".

Un relato inolvidable de una persona que ha dejado huella en el fútbol nacional, como se reflejó en el comunicado que emitió la RFEF, que "lamenta" su fallecimiento y lo califica de "referente del Real Betis Balompié". Una vida dedicada a su equipo del alma por parte de un gran bético.

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