Quince años después de que se anunciara el primer proyecto para dar uso a la antigua estación de Cádiz, la rehabilitación de este patrimonio municipal sigue sólo plasmada en el papel. El gobierno de Juan Ignacio Zoido retomó la iniciativa, inició la tramitación en junio de 2013 y ahora agotará el mandato con el inicio "inminente" de las obras en San Bernardo. Un año después de adjudicar el proyecto, hace unos días la Gerencia de Urbanismo recibió la documentación definitiva, donde se explica con detalle qué se hará en la vieja estación de ferrocarril y que fue aprobada, por lo que en estos momentos la empresa está a la espera de que el gobierno municipal autorice formalmente el inicio de las obras, un permiso que podría darse en las próximas semanas. Si así ocurriera y no surgiera ningún otro obstáculo, la estación de Cádiz estrenaría nueva imagen y nuevos usos en el otoño de 2016.

La adjudicataria es la empresa granadina Nouvit, que ha solicitado varias prórrogas alegando la complejidad para adaptar el proyecto redactado inicialmente por la Gerencia de Urbanismo y sobre el que se convocó un concurso público. La entidad inmobiliaria ha ampliado el espacio de uso deportivo y previsto zonas para otros usos comerciales que hagan rentable la inversión. Así, ha optado plantear una distribución de los usos de mercado y deportivos totalmente independiente. Esta elección permite, además, respetar la arquitectura historicista del inmueble que puede observarse desde fuera y desde dentro.

En concreto, el mercado de abastos ocupará la planta baja de lo que fue el edificio de viajeros y contará con cinco accesos o entradas independientes. Los placeros de la Puerta de la Carne tendrán allí su sede definitiva, con puestos muy modernos revestidos de madera de pino aceitada con altillos para almacenamiento de víveres que quedarán suspendidos en el aire literalmente. Una solución arquitectónica de gran vistosidad que evita alterar la arquitectura original de la estación.

La primera planta, sobre el mercado, y lo que fue nave de andenes albergarán el equipamiento deportivo previsto. Su diseño se sustenta sobre una estructura independiente con la que se pretende generar un impacto visual muy menor. Así, las actividades deportivas se ubicarán en un contenedor de vidrio tintado y reflectante separado físicamente de la fachada y que permitirá que el edificio antiguo se proyecte sobre él, tanto la fachada como la zona de andenes y la cubierta. Este contenedor, según el proyecto, discurrirá en zig-zag por la nave, separándose del edificio original.

Por otra parte, según la información facilitada a Urbanismo, se crearán pasos paralelos a la fachada del edificio de viajeros y a la de la nave de la calle Juan de Mata Carriazo. Esta última se configura como un espacio cubierto público que podría ser traspasado.

El acceso al centro deportivo se habilitará en la fachada sur del inmueble, frente al edificio de viajeros. En la planta baja, junto a la recepción y la zona administrativa, se ubicará la piscina y el spa, mientras que en la primera planta se situarán los vestuarios y en la segunda, la sala de fitness. La intención es construir dos pasarelas, a siete metros de altura, para comunicar el antiguo edificio y el nuevo.

No obstante, los diseñadores del proyecto han planteado también otros espacios libres para usos múltiples en la primera planta del edificio de viajeros, arriba del mercado, que aprovechan el espacio de los torreones, con sus huecos y su configuración original.

El proyecto se completa con un parking. Es una condición expresa en el pliego de condiciones. El aparcamiento debe contar con 105 plazas y su construcción posibilitará la creación de una plaza en superficie, delante de la fachada principal, donde se podrán colocar veladores para dar servicio a dos quioscos bares. Este espacio público se cubrirá con una gran pérgola metálica y contará con una fuente escultura de acero con forma de letra eme en el centro junto a varias láminas de agua alineadas con el eje de la avenida de Cádiz.

Los autores del diseño proponen también la recuperación de dos marquesinas que se exhibían antaño en la fachada principal, que permitirán también habilitar un espacio para restauración o pequeños puestos de venta exteriores.

El coste del proyecto es de 7,2 millones de euros, de los que 839.000 corresponden a las actuaciones necesarias para construir el nuevo mercado. El plazo de ejecución previsto es de 18 meses, según la información facilitada por Urbanismo.

La Comisión Local de Patrimonio, reunida el 3 de marzo, acordó aprobar por unanimidad la ponencia técnica favorable del proyecto elaborado por la Gerencia de Urbanismo. Una vez que se obtuvo esta autorización preceptiva, sólo falta que los servicios municipales que intervienen en el proyecto remitan sus informes y el órgano de gobierno correspondiente pueda dar la licencia de obras.

La recuperación de la estación de Cádiz era uno de los proyectos estrella del gobierno de Zoido, que incluso llegó a solicitar fondos europeos para destinarlos al patrimonio en desuso.