Sevilla

Los ladrones de la joyería Shaw se llevaron un botín de unos 400.000 euros

  • Los delincuentes sustrajeron varios relojes Rolex y joyas tras acceder al negocio practicando un butrón durante la Nochevieja.

Los ladrones que desvalijaron la joyería Shaw se llevaron un botín valorado en unos 400.000 euros, según los peritajes realizados tras el robo. Los delincuentes sustrajeron varios relojes de la marca Rolex y artículos de alta joyería, según informaron a este periódico fuentes judiciales. La Policía mantiene abierta la investigación para tratar de identificar a los autores del robo. Por el momento no hay ninguna persona detenida y probablemente se trate de una investigación prolongada en el tiempo, ya que todo apunta a que el robo fue obra de unos delincuentes profesionales y muy especializados.

El robo se produjo durante la Nochevieja. Los ladrones aprovecharon las campanadas para realizar un butrón desde un local contiguo a la joyería. El jolgorio y el ruido que había en la Plaza Nueva, donde decenas de personas celebraban la entrada del nuevo año, amortiguaron el ruido de los golpes que los delincuentes tuvieron que dar obligatoriamente para poder hacer un agujero en la pared.

La entrada a la joyería se produjo entre las doce y las doce y media de la noche del 31 de diciembre al 1 de enero. Fue entonces cuando la empresa Top Security detectó un fallo en el sistema de alarma de la tienda, si bien la Policía no recibió ninguna comunicación y no supo de lo ocurrido hasta la mañana siguiente.

La empresa de seguridad avisó a los propietarios de la joyuería mediante llamadas y mensajes de teléfono, pero no hubo respuesta de éstos hasta la mañana siguiente, algo achacable a la saturación de las líneas telefónicas durante la primera noche del año. Los ladrones tenían perfectamente estudiado el golpe y aprovecharon el momento perfecto para darlo. Inutilizaron las cámaras de videovigilancia, cuyas grabaciones no muestran nada que pueda interesar a la investigación, y cortaron la línea telefónica y emplearon inhibidores de frecuencia para inutilizar también las alarmas desde el momento en que practicaron el butrón.

Una vez hecho esto, tuvieron tiempo de sobra para abrir una caja fuerte con un soplete y llevarse las joyas que había en su interior, así como varios relojes Rolex que se exponían a diario en los escaparates de la tienda y que eran guardados en esta caja. Luego huyeron sin ser vistos por nadie ni levantar sospechas. Todas las pistas apuntan a una banda especializada en el robo de joyas. No se descarta tampoco que se trate de una organización internacional.

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