BOLA extra para el Sevilla, aunque también para el Atlético, esta que llega tras aquella suspensión por causas meteorológicas. Bola extra que podría permitir que el Sevilla rozara el ecuador de la tabla o que los colchoneros se encaramasen al podio de LaLiga. Partido que cierra el año y que pudo litigar Mendilíbar, más tarde Alonso y ahora Quique tras su debut exitoso en un choque en el que el Sevilla mostró una cara distinta.

Coincide la cita con la buena nueva de que la enfermería sevillista va despoblándose, con lo que se demuestra una vez más que no hay mejor antídoto a una enfermería abarrotada que el triunfo. Y con esa victoria del martes en las faldas de la Alhambra han desaparecido algunas de las muchas preocupaciones que revoloteaban el nido sevillista. Por eso, la cita de esta tarde en el Metropolitano llega con el posible efecto de bálsamo de Fierabrás con el que venirse arriba.

No son buenos números los que atesora Quique en sus duelos con Simeone, pero es que da la casualidad de que pocos entrenadores hay que se las tengan tiesas con el Cholo en el cara a cara. Por cierto que el Atlético viene de un pinchazo inesperado y sobre la campana el martes ante el Getafe. Además acumula bajas, mayormente en el corazón de la defensa, lo que impele a que el Cholo tenga que hacer más improvisaciones de las aconsejables ante En-Nesyri y compañía.

Hace demasiado tiempo, una eternidad, que el Sevilla no gana en los grandes escenarios y hoy sería buena oportunidad de romper dicha racha. De la necesidad de ganar bien podría el Sevilla hacer virtud para alejarse de una vez de ese brocal al que tanto lleva asomado. Con esta cita de hoy se cierra el año para un Sevilla que lo vivió en la más absoluta inestabilidad con la maravillosa excepción de aquella noche en Budapest. A ver si con esta bola extra todo se encarrila, a ver.