Acto conmemorativo del 28-F

Susana Díaz se prepara ya para la pugna por el liderazgo del PSOE

  • La mandataria andaluza no despeja la duda de su candidatura a Ferraz, pero envía avisos claros a Pedro Sánchez.

  • "El PSOE-A sabe de dónde viene, a quién se debe y adónde va", afirma.

Susana Díaz en Palencia, Salamanca y León; Susana Díaz en Alcalá de los Gazules, Susana Díaz en Madrid; Susana Díaz en Valencia... Susana Díaz está de gira. Lleva meses contando y recontando los apoyos de las agrupaciones, deshojando la margarita sobre si aspira a la Secretaría General del PSOE, de la que quedará irremediablamente sólo un único pétalo: "Sí, quiero". Envuelta metafóricamente con los colores de la bandera andaluza -chaqueta verde, camisa blanca- durante un acto conmemorativo del 28-F no desveló si subirá al cuadrilátero de las primarias con Pedro Sánchez y Patxi López, pero en los mentideros y la pura lógica lo dan por hecho.

La presidenta andaluza se dio un baño de masas con más de 2.500 simpatizantes congregados en el hotel Barceló Renacimiento de Sevilla. En plena campaña interna antes de decidir si se presenta o no, pudo calibrar ayer el respaldo de las agrupaciones de la comunidad, el principal bastión del partido en todo el país y donde más afiliados votarán en mayo al próximo líder de los socialistas que será elegido en el congreso de junio.Con un salón atestado, una actuación flamenca incluida, y precedida de seis intervinientes que ensalzaron la mejora de los servicios sanitarios, educativos, sociales y económicos gracias a la Junta -"sigue así", alabó una a la líder socialista), la mandataria andaluza dejará para más adelante, acaso el próximo sábado o para el siguiente, el anuncio de candidatura para la Secretaría General en esta especie de juego del amago en el que se han convertido las quinielas a propósito de su elección.

En La Cartuja, Díaz repasó la historia de la democracia en la comunidad y realzó en incontables ocasiones la "igualdad" del pueblo andaluz con el resto del país, desde el mismo momento en que peleó por una autonomía de primera, y también reiteró una y otra vez el término "sumar", vocablo que le vale tanto para su formación por la división interna como para el conflicto con los independentistas.

Empezó y zanjó el acto con una idea. "Si algo tiene de fuerza el PSOE-A es que sabe de dónde viene, a quién se debe y adónde va", arrancó la presidenta, quien cerró su discurso con un mensaje claro a Pedro Sánchez, por supuesto eludiendo citarlo: "La gente quiere que el PSOE vuelva, pero no quieren que vuelva el pasado, sino un PSOE que sepa de dónde viene, a quién se debe y adónde va. Ése es el PSOE que yo quiero. Adelante y viva Andalucía", dijo ante un aforo poblado, otra competición en la que rivalizó con el mitin del ex secretario general de hace cinco semanas en Dos Hermanas.

A falta de noticias de impacto, si así pudiera calificarse la casi por sentada candidatura a dirigir el partido, Díaz, quien también lanzó un tirito a Sánchez al decir que "algunos no quieren mirar atrás", dedicó la mayor parte de su tiempo a ahondar en el espíritu solidario de los andaluces, a aquella "batalla cívica" por la autonomía, y nombró a los ex presidentes Escuredo, Rodríguez de la Borbolla (éste presente) y también a "Pepe Griñán y Manolo Chaves por sus esfuerzos para reformar el Estatuto en 2007".

Políticas sociales, educativas, económicas... se agarró a todas la presidenta para confrontarlas con las del Gobierno central, igual que defendió con ardor un pacto de Estado contra el "terrorismo machista", la unidas de España frente a los secesionismos y el valor andaluz en el nuevo modelo territorial que está por llegar."Cuando el PSOE se hace oír, no hay quien lo pare y los hemos demostrado durante la democracia, que hemos sido socialistas, sin apellidos, un lugar donde cabían todos porque eran del PSOE. Es nuestra pasión pero nuestro compromiso es estar al servicio de los ciudadanos. Estamos aquí sólo para servir a la gente, ni siquiera al PSOE, a la gente", gritó ante el fervor de la militancia antes de agregar que "tenemos que estar unidos y desacomplejados".

Susana Díaz sabe que en su tierra se juega un cuarto del pastel de las primarias, pues uno de cada cuatro militantes son paisanos. De ahí el valor del acto como despliegue de fuerza de la líder sureña frente a sus dos oponentes, que aún no lo son. En definitiva, se colocó en la parrilla de salida tan deseada por los barones socialistas para liderar el partido, salvo finta de última hora.

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