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Ni seda, ni pana: desnudo

  • El Betis se dispuso muy largo, con la zaga arrugada, desconectado arriba.

La Segunda División, sobre todo fuera de casa, exige muchos partidos de pana, de fajarse y dominar el juego físico: rechaces, segundas jugadas, choques... Para ello, la premisa es plantarse con las líneas juntas y lejos de tu portero. Y a partir de ahí, insistir. Madurar el partido. Que el partido discurra cerca del área del rival y forzar el fallo individual, algo que en esta categoría es habitual y te suele dar un buen puñado de puntos. Nada más lejos de lo que ayer interpretó un Betis taciturno, descolorido, con un mundo entre la zaga y la delantera. Para más inri, no se sintió seguro con la defensa cerca de Adán. Sufrió mucho por los costados.

Defensa

Esa línea defensiva tan retraída fue el origen de todos los problemas. Jordi, el hombre llamado a tirar de ella, prefirió acularse y el Mirandés se encontró con muchos balones en zona de tres cuartos, se impuso en la zona de rechace. A partir de ahí, Pedro le buscó las cosquillas a Varela por el ala diestra del ataque local y sobre todo Igor Martínez se las encontró a Molinero, primero, y sobre todo a Cejudo, el sustituto del primero por su pronta lesión por un golpe (minuto 11). Molinero es lateral y al menos va al choque, es valiente. Pero a Cejudo le costó hostigar y anticiparse a Igor Martínez, que lo mismo salía por fuera hacia la línea de fondo -la pisó media docena de veces- que progresaba por dentro. Los centrales béticos se impusieron en el repliegue, en colocación y anticipación, ante los centros laterales del Mirandés, que fueron numerosos.

 

Ataque

Muy poco. Paupérrimo balance. Ni un solo saque de esquina. Portillo y sobre todo Dani Ceballos, los llamados a conectar con Rennella y Rubén Castro, estuvieron muy incómodos en el terreno irregular, en una hierba pesada en la que no corría la pelota. Un escarceo de Portillo en alguna conexión aislada con Rennella cuando éste se ofrecía de espaldas y poco más. Dani Ceballos no fue esta vez el engarce ideal, la pieza que aparece por todo lo ancho del terreno de juego para dar continuidad al ataque, salvar la línea de presión con una arrancada o un último pase.

Los cambios no activaron el ataque. Fabián quiso irrumpir desde atrás con su zancada, pero la pelota era del Mirandés, con la zaga verdiblanca arrugada y a verlas venir. Tampoco dio resultado apelar a Álex Alegría arriba junto a Rennella con Rubén Castro de falso extremo. Ese dibujo sugería que el Betis apelaría a un fútbol más directo para ver si caía la fruta, pero sólo colgó un balón a la corona del área, que prolongó Alegría con peligro. Muy poco. El puntito era lo máximo que podía rebañar visto el guión y el juego.

Virtudes

El trabajo de los centrales y el portero en los numerosos balones colgados por el Mirandés.

Talón de Aquiles

Disposición táctica y actitud impropias de un aspirante a subir.

Uno por uno

Adán Muy atento, decidido y seguro en muchos balones laterales en los que un mal blocaje hubiera sido funesto.

 

Molinero Se lesionó muy pronto, pero antes ya anunció que lo iba a pasar mal.

 

Bruno Mejor en el área al actuar en zona de remate, que cuando salía a zonas más abiertas para cruzarse.

 

Jordi Sabe que es más solvente cerca de Adán. Pero esa querencia lastra todo el juego del colectivo.

 

Varela De menos a más ante Pedro. Arriba, intrascendente.

 

Portillo Discontinuo.

 

N'Diaye Tener a su lado a Xavi Torres le debe llevar a descolgarse más.

 

Xavi Torres En la resta, sí.

 

Dani Ceballos Ha perdido gas, su despliegue no es el mismo.

 

Rennella Lo buscaron poco. Y menos aún por arriba.

 

Rubén Castro La principal víctima de ese Betis tan largo en el campo.

 

Cejudo Sufrió muchísimo atrás y poco pudo desdoblarse.

 

Fabián Pocos balones para intentar cabalgar hasta el área.

 

Álex Alegría Una peinada.

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