La Consejería de Turismo, Comercio y Deporte, en desarrollo de sus competencias, ha venido llevando a cabo diversas actuaciones de apoyo a la artesanía, entre las que destacan las encaminadas a mejorar la eficiencia de las empresas del sector, al ser éste uno de los principales objetivos propuestos en el I Plan Integral para el Fomento de la Artesanía, aprobado en 2007, con vigencia que alcanza desde el citado año hasta 2010.

Para un mejor conocimiento del sector y una orientación adecuada de las medidas a desarrollar, se ha llevado a cabo un diagnóstico en el que se detecta que las empresas de artesanía de nuestra comunidad autónoma requieren una rápida y continua adaptación a las nuevas exigencias que el mercado impone, con el fin de facilitar su articulación al ritmo económico y empresarial actual, potenciar la capacidad competitiva de la mayor parte de las actividades artesanas presentes en la región y posibilitar la supervivencia de determinados oficios artesanos.

Facilitar el acceso de los jóvenes a estas actividades se configura como un factor fundamental en la continuidad de dichos oficios, así como para la aportación de nuevas ideas de producción y negocio así como la utilización de nuevas tecnologías. En este punto, el análisis de la antigüedad de las empresas de artesanía de la Comunidad Autónoma de Andalucía refleja una escasa renovación generacional y una cierta contención en la creación de nuevas empresas en el sector. Las microempresas constituyen la mayor parte de las empresas de artesanía en la región y son las unidades que cuentan con el mayor potencial como generadoras de empleo, lo que ratifica la necesidad de continuar generando un entorno favorable a la creación y desarrollo de microempresas y pymes de artesanía.

Carencias formativas

Por otra parte, se detecta la carencia de una sólida formación en materia comercial y de gestión, lo que resta eficiencia en las empresas. Ante esta coyuntura, la formación adquiere una dimensión estratégica y se configura como un recurso clave que puede garantizar la competitividad y supervivencia de éstas.

Aunque existe una importante concienciación sobre la relevancia de la formación en nuevas tecnologías, la Administración debe continuar sus esfuerzos en aras a potenciar la atención hacia la formación comercial entre los artesanos y artesanas andaluzas, ya que tan sólo el 35% de los negocios artesanos parecen percibir la necesidad formativa en este área.

La adaptación necesaria para fomentar la competitividad de las empresas de artesanía no se queda, sin embargo, en la adecuación de los recursos humanos y en el rejuvenecimiento del sector. Existe una necesidad básica relacionada con la mejora de las condiciones físicas y funcionales, enfocadas a la modernización de las instalaciones para la incorporación de innovaciones tecnológicas y de maquinaria auxiliar, así como su adecuación para dar respuestas a las normativas vigentes en la actualidad en materia medioambiental, de accesibilidad y de prevención de riesgos laborales.

Además de la modernización de las instalaciones, la adopción de sistemas de calidad normalizados por parte de las empresas de artesanía es uno de los aspectos que contribuye de manera muy importante a la articulación del sector artesano con el resto de actividades económicas presentes en Andalucía, lo que continuará generando una gestión empresarial más adecuada y, por supuesto, una eficiencia empresarial mayor.

Por último, es fundamental subrayar que el principal canal de comercialización de productos artesanos utilizado por parte del sector es la venta directa. Pero debido al escaso nivel de asociacionismo, este hecho se convierte en un estrangulamiento en el proceso de comercialización por las dificultades de acceso al mercado. Por ello, y con la finalidad de apoyar la comercialización de los productos artesanos andaluces de una forma directa y así potenciar la competitividad de las empresas del sector, desde la Junta de Andalucía se plantea la financiación de actuaciones encaminadas a la mejora publicitaria de sus productos, la utilización de internet en su comercialización, la participación en ferias y certámenes comerciales y la promoción de la calidad. Por otra parte, se plantea igualmente la financiación de estudios o proyectos que repercutan en la creación de redes de distribución y mejoren la comercialización de la artesanía de Andalucía.