Muchos desconocían que el presidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, tiene dos hijas, algo que se debe al empeño que él y su mujer, Sonsoles Espinosa, han puesto por proteger la privacidad de su familia desde la llegada del líder socialista a La Moncloa, en 2004.

La única vez que se había visto a Laura y Alba en una foto fue durante las primeras vacaciones de Zapatero como presidente del Gobierno. Una revista del corazón sacó una imagen de las niñas, que entonces tenían 8 y 10 años, con sus padres a bordo de un barco, y Zapatero y su mujer expresaron su "profundo malestar" y pidieron a la publicación que se abstuviese de "difundir imágenes de sus hijas menores de edad".

Cinco años después, el presidente no pudo evitar la aparición de las niñas en los medios, ni los comentarios jocosos sobre ellas. El país despertó con una foto de Laura y Alba junto a sus padres y Barack y Michelle Obama.

Fue tomada durante la recepción que el presidente de Estados Unidos ofreció esta semana en Nueva York con motivo de la Asamblea General de la ONU y la Casa Blanca la colgó en la cuenta de Flickr del Departamento de Estado. Aunque la Administración estadounidense la retiró tras la petición del Gobierno español, el tiempo que estuvo colgada fue suficiente para que los medios se hicieran con ella y fuese reproducida mil veces, aunque con las caras de las niñas pixeladas.

La gran polémica sobre los límites entre lo público y lo privado se había abierto y se abordó en tertulias radiofónicas y televisivas, mientras en internet se multiplicaban los comentarios jocosos a propósito del atuendo de las menores: vestidos negros y largos, botas militares y complementos a juego, propios de la tribu urbana de los góticos.

Hubo quien comparó a las pequeñas con la familia Monster, mientras en Facebook se abrían grupos con nombres como Las hijas góticas de Zapatero, que en apenas unas horas superó el millar de miembros.

Si las hijas del presidente "viajan en el avión del presidente, están en el palco oficial y visitan al presidente de Estados Unidos hay que aplicarles la misma norma que aplicamos a las hijas del Rey, que si están en un viaje oficial lo lógico es que aparezcan en las fotografías oficiales", consideró el vicesecretario de Comunicación del Partido Popular (PP), Esteban González Pons.

La polémica tomó una dimensión aún mayor después de que el diario El Mundo publicase que la agencia de noticias estatal Efe había censurado otra instantánea, esta vez una que tomó su fotógrafo en la ONU y en la que aparecían las dos menores siguiendo desde la tribuna de invitados el discurso de Obama, al parecer el motivo por el que habían solicitado a su padre acompañarlo a Estados Unidos.

La agencia negó censura alguna. Se "decidió no distribuir esa foto por respeto a la imagen y a la intimidad de las niñas y teniendo en cuenta la reiterada postura de la familia al respecto, así como la vigente Ley del Menor española", indicó Efe, que remitió a su estatuto deontológico.

La polémica sobre el viaje de Alba y Laura a Estados Unidos estaba ya servida desde hacía unos días, cuando se supo que habían viajado en el avión oficial de Zapatero, acompañando a su padre a la Asamblea General de la ONU en Nueva York y a la cumbre del G20 en Pittsburgh. El PP anunció una batería de preguntas en el Congreso de los Diputados para saber cuánto ha costado a las arcas públicas la presencia de las niñas y de Sonsoles Espinosa en Estados Unidos.

El principal partido de la oposición olvidaba así que el hecho de que la familias acompañen a los jefes de gobierno es algo muy común, pese a lo cual el de Estados Unidos es el único viaje oficial en el que su familia al completo ha acompañado a Zapatero desde que el líder socialista llegó a La Moncloa en 2004.

La propia Sonsoles Espinosa, de 47 años, se ha mantenido siempre en un riguroso segundo plano, hasta el punto de que Zapatero ha sido siempre uno de los pocos líderes internacionales que en cumbres y eventos semejantes no ha estado nunca acompañado por su mujer, cantante de ópera. En esta ocasión, Michelle Obama la había invitado expresamente a acompañar a Zapatero a Nueva York y Pittsburgh.

"Hay padres a los que no les importa y hay otros que prefieren preservar la intimidad de sus hijos. Es el caso de la familia del presidente y creo que hay que respetarlo", defendió la vicepresidenta primera del Ejecutivo, María Teresa Fernández de la Vega. También el número dos del PSOE y ministro de Fomento, José Blanco, apoyó al líder socialista: "Todos los padres tenemos derecho a proteger a nuestros hijos y el presidente del Gobierno también". Fuentes de La Moncloa lamentaron, por su parte, la la "ruptura del pacto tácito" que existía entre el jefe del Ejecutivo y los medios de comunicación para preservar la intimidad de las dos hijas de Zapatero.