El alcalde de Mairena del Aljarafe, Antonio Conde (PSOE), ha tomado la decisión de suspender la feria de este año "en un ejercicio de responsabilidad con la realidad social de hoy, teniendo en cuenta las circunstancias económicas por las que atraviesan muchos hogares en nuestra ciudad".

El Ayuntamiento mairenero señaló que el municipio se suma así a la toma de medidas que, según Conde, "la sociedad pide que lleguen al último rincón de la gestión". Se trata, según la corporación municipal, de seguir ampliando el compromiso de "austeridad" que el primer edil ya asumió "desde que comenzaran a aparecer los primeros índices de crisis". Desde el inicio del mandato hasta ahora en Mairena del Aljarafe se han recortado y congelado los sueldos del equipo de gobierno, así como del personal de confianza; se ha puesto en marcha el plan económico y financiero, por el que se priorizan los gastos de este Ayuntamiento; y se ha trabajado desde una "profunda" implicación en las políticas sociales y de empleo que la ciudadanía ha venido demandando.

Conde pidió en una comunicación dirigida a los vecinos de la ciudad "comprensión, tanto a aquellos que entiendan la decisión como a los que no", porque, aclaró, "la feria de Mairena podría celebrarse desde el punto de vista económico, social e incluso de rédito político, pero he valorado lo necesario sobre lo importante, y más que encontrarnos de fiesta debemos hacerlo para prestar todo nuestro apoyo a aquellas familias que se están esforzando por salir de esta crisis".

Mairena del Aljarafe no será la única localidad que se quede sin feria. El Ayuntamiento de Aznalcóllar también ha tomado esta decisión. A principios de esta semana, el alcalde de la localidad, Juan José Renchal, explicó que el pasado año ya se redujo el presupuesto para la feria del municipio en un 50% y para esta ocasión, tras estudiar los problemas económicos por los que atraviesan, han decidido no celebrarla.

En este sentido, el primer edil de Aznalcóllar aseguró que "no es una medida de ahorro", sino que se trata de "no tener posibilidades económicas" para afrontar los 60.000 euros que costó la feria el pasado año.