El delegado municipal de Urbanismo y Medio Ambiente respondió ayer a preguntas de este periódico que los urinarios instalados en el casco histórico hace una década serán sustituidos por un nuevo modelo que se está diseñando "con menos impacto visual y más acorde con el entorno".

El edil añadió que incluso se están buscando nuevas zonas para colocarlos, ya que ahora sólo están en el centro y sus alrededores. Este mobiliario que se instaló para ciudadanos y turistas en el primer mandato de Monteseirín lleva cerrado y sin uso al menos desde 2012.

Maximiliano Vílchez (PP) aseguró que estos aseos están "prácticamente inservibles" por lo que se ha pedido a la empresa Cemusa que los retire de la vía pública. El Ayuntamiento rechaza la oferta de la empresa de pagar para quedarse con ellos. "No vamos a pagar por unas instalaciones que llevan años cerradas y distorsionando la imagen en muchas zonas de la ciudad", declaró. Algunos de ellos los reutiliza Tussam provisionalmente, como el del Duque.

Los urinarios de Cemusa se instalaron en abril de 2003 con un diseño exclusivo para Sevilla, se dijo entonces a la prensa, y al precio de 20 céntimos para los ciudadanos que lo usaran. El Ayuntamiento compensó a la empresa con marquesinas de publicidad y de esta forma no le costaba nada al erario público, algo parecido a lo que sucede con las bicis públicas de alquiler.

En 2003 se instalaron diez: en la Plaza Nueva, Paseo de Colón, Santo Tomás esquina Avenida, Plaza de España, frente a la Diputación, San Laureano, Plaza del Cristo de Burgos, Alameda de Hércules, Menéndez Pelayo y Puerta de la Macarena.

Respecto a la falta de urinarios en la Plaza de España, uno de los monumentos más visitados, Vílchez reveló que los tradicionales que han existido en la zona del parque ampliarán su horario para abrir también por las tardes, así como los domingos y festivos.