Sevilla

Tres encapuchados atracan un bar en la Macarena con clientes dentro

  • Los ladrones podrían haberse llevado más de 12.000 euros tras robar el dinero de la caja y destrozar una máquina tragaperras con la recaudación de dos semanas

La Bodega Los Caprichos Extremeños, en la Avenida Doctor Leal Castaño (en pleno barrio de la Macarena), ha sido el escenario del último atraco en Sevilla. La madrugada de ayer tres encapuchados entraron en este establecimiento -más conocido por bar Damasco, su antiguo nombre-, retuvieron con violencia a cuatro clientes y robaron el dinero de la caja y de la máquina tragaperras, que, según estimaciones de la empresa recreativa y de la dueña del bar, Mounia Belmahi, podría superar los 12.000 euros.

Los hechos ocurrieron a las 00:15, cuando faltaban pocos minutos para que cerrara el establecimiento. En aquel momento sólo quedaban cuatro clientes (tres hombres y una joven) y la camarera, Evemil Cañizares. La propietaria del bar se encontraba en otro negocio de similares características situado a pocos metros, donde otra camarera del Damasco se encontraba con ella, después de haberla llamado para que le trajera azúcar porque se había quedado sin ella y le haría falta para servir los desayunos la mañana siguiente. "Aprovecharon que se había ausentado para pepetrar el atraco, ya que sólo estaba Evemil", afirma Mounia.

Según la propietaria del Damasco, los tres ladrones ocultaban su rostro con pasamontañas oscuros e iban cargados con varias navajas y una machota. "Lo primero que hicieron fue bajar las persianas e intimidar a los clientes. Uno, el más gordo, los retenía, otro obligó a la camarera a que le abriera la caja y le entregara la recaudación, poniéndole un cuchillo en la barriga, mientras que el tercero destrozaba la máquina tragaperras para llevarse el dinero".

Mounia asegura que la caja del bar tenía 400 euros, mientras que la máquina tragaperras -según denunció ayer el recaudador- contenía 12.000 euros, ya que hacía dos semanas que no se retiraba el dinero efectivo. De esta cantidad, 5.000 pertenecen a la empresa recreativa, dueña de la máquina, que ha quedado inservible por los daños recibidos.

El atraco duró un cuarto de hora. Antes de marcharse, los ladrones se llevaron dos botellas de ron y una de whisky, que se les cayó al suelo. La Policía tomó ayer muestras de las posibles marcas que hayan dejado sobre los cristales rotos. Después huyeron en una moto de color negro. Los únicos datos que han trascendido sobre ellos es que uno mide 1,73 metros -según los testigos-, mientras que los otros dos son de menor altura. La Policía sospecha que alguno pudo estar implicado en un atraco de similares características hace varios meses, ya que la descripción física es coincidente. La camarera y los cuatro clientes retenidos prestaron ayer declaración sobre los hechos.

Mounia se refería ayer al gran impacto que Evemil ha sufrido: "Ya no quiere trabajar más en este bar, porque está sumida en el pánico y ayer tuvo que ser ingresada por una hermorragia que le produjeron los nervios". Por este motivo, exige mayor vigilancia policial en esta zona.

"En este barrio -asegura Mounia- los robos han existido siempre, pero desde que se detectó la crisis son a diario y están cargados de violencia, ya que un día te amenazan con una navaja o con una pistola". Concretamente, en la Avenida Doctor Leal Castaño fueron atracados hace varios días el bar Las Niñas, una pastelería y el Supermercado El Jamón, en el asalto que tuvo lugar a las 12:00.

La dueña del bar Damasco llegó a España hace 10 años, procedente de Marruecos. Estudió aquí Psicología Experimental, está casada y es la propietaria de tres establecimientos de hostelería.

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