Comercio Balance del puente de la Inmaculada

Las tiendas cierran el puente con una caída del 20% en las ventas

  • Las pérdidas en los establecimientos del centro llegan al 33% · El mal tiempo y el cierre al tráfico del casco histórico son los principales causantes de los malos resultados, según la patronal de comerciantes

Un puente para olvidar. A la caída de visitantes durante los pasados días por la huelga de los controladores aéreos y el mal tiempo se une ahora la bajada en las ventas de los comerciantes, que han visto cómo una de las fechas más propicias del año pasaba sin que en las cajas registradoras de sus tiendas se percibiera ningún incremento. Todo lo contrario. El puente de la Inmaculada ha terminado con un 20% menos de ventas que el año pasado, reducción que se ha acentuado en los establecimientos del centro. La lluvia ha sido la principal causante de esta merma de beneficios, aunque no la única. Los comerciantes consideran que esta bajada es una de las primeras consecuencias del cierre del centro histórico al tráfico, y eso que aún no tiene carácter sancionador.

Calles con menos turistas de los previstos y tiendas vacías. Ésta es la imagen general de un puente festivo que comenzó con el cierre del espacio aéreo y que terminó con la interrupción del AVE por inundación de la vía. Pero no sólo el sector turístico se ha visto perjudicado. Las fuertes precipitaciones se han dejado sentir también en el comercio hispalense, en el que la campaña de Navidad ha tenido uno de los peores inicios que se recuerdan. Así lo confirma José Cañete, presidente de la Federación Provincial de Comerciantes de Sevilla (Aprocom), que cifra en un 20% la pérdida en ventas con respecto al mismo periodo de 2009.

Cañete considera que el comportamiento de este puente es fundamental para el desarrollo del resto de la campaña navideña, en tanto que son muchas familias las que adelantan sus compras y regalos de Reyes antes de que lleguen las fechas claves. Sin embargo, la lluvia ha aguado todas las previsiones -bastante moderadas, por cierto- que existían para dicho arranque. Los comercios del centro han sido, en este sentido, los más perjudicados. El presidente de los comerciantes del casco histórico, José Aycart, cifra la bajada de las ventas en un 33% respecto al puente de la Inmaculada del año pasado. En esta zona de la ciudad han sido varios factores los que ha contribuido a que los ingresos no se mantuvieran como en otras ocasiones. La lluvia ha sido la principal causante, a lo que también se une la crisis que provoca que sevillanos y turistas sean más precavidos a la hora de gastar, pero Aycart señala otro causante en esta debacle: el nuevo plan de tráfico para el centro.

El portavoz de los comerciantes del casco antiguo apunta a "la confusión sobre esta normativa, ya que muchos sevillanos no saben si el plan ya ha entrado en vigor o si se están poniendo multas". Por este motivo, Aprocom exige al Ayuntamiento que aclare todos los pormenores del citado plan a los ciudadanos. "La desinformación ha provocado que muchos sevillanos no acudan al centro por miedo a ser sancionados", añade Aycart, quien asegura que lo ocurrido en el puente no es más que un "vaticinio" de lo que sufrirán los comercios del centro a partir de ahora. "Sin Metro y con un transporte público cuyas paradas más cercanas están en el Prado o Santa Catalina es normal que la gente desista de venir a comprar cuando las condiciones climatológicas sean adversas".

Las declaraciones de Aycart se reflejan también en la opinión de todos los comerciantes del casco histórico con los que habló ayer este periódico. Algunos comenzaron el puente "con ilusión", como es el caso del restaurante Trifón. Sin embargo, su propietario, Rogelio Gómez, asegura que los últimos días festivos fueron "de pena" en cuanto a ventas. "Todavía estamos pendiente de ver cómo evoluciona el mes de diciembre, aunque si todo va como los primeros días, el año se mantendrá como hasta ahora: con un 12% menos de ventas", declara este empresario. Rogelio asevera que su restaurante se llena de clientes de forma habitual, aunque éstos cada vez consumen menos. "El trabajo es el mismo, pero el dinero en la caja va disminuyendo", explica. Como la mayoría de comerciantes, Rogelio piensa que gran parte de la bajada de público en el casco histórico se debe al plan del centro. "Esta ordenanza nos está matando. A Francisco Fernández deberían llamarlo el concejal de Inmovilidad en vez del de Movilidad".

La misma opinión comparten en la joyería Chico, un establecimiento que lleva en el centro 30 años. Allí aseguran que aún les queda algo de esperanza de cara a la Navidad. Aun así, están seguros de que el Plan Centro provocará que la gente acuda a hacer sus compras a los centros comerciales que están a las afueras. "Por mucho que quieran, la Catedral está en el centro y el encanto que tiene pasear por aquí e ir de compras no lo tienen otras opciones", comentan los encargados de la joyería, quienes también denuncian las "ridículas" luces navideñas que el Ayuntamiento de Sevilla ha colocado este año.

Las expectativas para las próximas fiestas no son precisamente halagüeñas. Aycart prevé que las ventas navideñas se reduzcan un 25% respecto a las del último año, lo que agravaría la situación de los pequeños comercios del centro que tienen en estas fechas la posibilidad de hacer frente a un saldo que viene siendo deficitario desde que comenzó la crisis. Esta bajada influiría notablemente en la contratación temporal para la campaña de Navidad, un alivio económico para muchas familias.

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