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Agarrado a una esperanza

  • El Valladolid araña a sus rivales para soñar con la permanencia tras un curso de irregularidades Los goles de Javi Guerra renuevan la ilusión

El Valladolid encuentra un camino por el que dirigirse hacia una nueva salvación gracias al último punto sumado ante el Real Madrid y sueña con salvar el curso a falta de dos jornadas para el cierre. Nunca brilló. Nunca fue determinante en sus rachas para escaparse del peligro. Nunca tuvo a un líder capaz de marcar diferencias. Pero se encuentra a las puertas de permanecer en Primera una campaña más.

Juan Ignacio Martínez es uno de los responsables de que el sueño sea más factible que nunca. Encontró un bloque capaz de actuar sobre el césped con tintes de equipo rocoso y veloz. Con ciertas piezas intocables sobre el campo, fabrica un diseño táctico capaz de sacar el mejor partido posible a sus garantías técnicas, sin buscar más brillo del que es capaz de escenificar.

sin balón

La defensa del Valladolid es la piedra angular que lo sostiene todo. Pero sin intensidad, pierde opciones frente a cualquier tipo de ataque. Rukavina es una pieza básica en el carril diestro, encontrando mucha profundidad, aunque obligando a los centrales a cubrir a veces su lado.

Peña, mientras, ha tomado un rol protagonista en el carril zurdo por su buen nivel táctico, aunque Bergdich puede actuar ahí si hay que asumir más riesgos.

En el centro de la zaga, dos stoppers complementarios. Marc Valiente asume riesgos al tratar de anticiparse en muchas jugadas, mientras que Mitrovic o Rueda son más estáticos.

El centro del campo ayuda a que las líneas siempre estén juntas. Conceder espacios está penalizado y el Valladolid lo sabe. Rossi actuó durante gran parte del curso como hombre de equilibrio capaz de crear y de frenar. Víctor Pérez tiene más poder de llegada del la medular, mientras que Álvaro Rubio también posee cualidades con las que ser polivalente en cualquier posición.

con balón

El objetivo de las salidas con velocidad marca el devenir del juego ofensivo del Valladolid. Con el balón en su poder, trata de abrir caminos directos y no obligar a sus piezas a realizar tareas imposibles. No regatea el que no puede regatear, no suele disparar el que menos opciones tiene de que ese disparo salga bien. El técnico otorga tareas que se cumplen y el equilibrio suele generar consistencia en el juego. Y efectividad.

Ante el Real Madrid, Jeffrén y Bergdich demostraron ser capaces de ser puñales por los costados en una línea de tres en la que Óscar brilla y tiene llegada, siendo esto uno de los principales méritos de un equipo que necesita de todos para lograr encontrar el camino del gol.

Con las necesidades obligando a darlo todo, quizás el técnico del conjunto vallisoletano apueste por reforzar el ataque con la presencia de Manucho junto a Javi Guerra. Precisamente el delantero español es el máximo realizador del equipo y sus goles están propiciando que su equipo dependa de sí mismo para salvarse.

Larsson aporta más dinamismo, Omar más profundidad y Osorio más capacidad goleadora. Hay argumentos contados, pero los hay.

lo mejor

Hay una unión meritoria en un grupo que busca el mismo fin.

lo peor

La falta de calidad en algunas líneas merma las posibilidades.

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