Fútbol sala | Primera División LNFS

El Betis Futsal prolonga una semana más su penitencia (4-1)

  • La sección verdiblanca suma frente al Córdoba su séptima derrota consecutiva en la liga, seguirá en descenso a falta de cinco

  • Xota, FC Barcelona, Valdepeñas, Noia y Alzira serán los próximos rivales

  • Agenda Polideportiva de Sevilla

Zequi dribla a Carrasco en una acción ofensiva de los locales.

Zequi dribla a Carrasco en una acción ofensiva de los locales. / Córdoba Patrimonio de la Humanidad

Sin suerte ante Ribera Navarra, tampoco ante Peñíscola y en esta ocasión tampoco ante Córdoba Patrimonio de la Humanidad. La sentencia coloca al Real Betis Futsal como el mejor terapeuta ante rivales de su categoría en la tabla. Es preocupante y el nombramiento está lejos de ser un premio. Tras este partido, dejan escapar a un rival más de la pelea y les conceden el lujo de celebrar una permanencia que tiene algo mucho más que de virtual.

En la jornada 25 de la LNFS, los sevillanos buscaban en la ciudad califal, evitar que se añadiera más voltaje a un cable de por sí de alta tensión. En algún momento acabará por irse la luz. La derrota (4-1) ante los cordobeses empeora una situación catastrófica para la sección. Son penúltimos a falta de cinco jornadas. Este Betis multidisciplinar no funciona.

Con una puesta en escena equilibrada por parte de ambos equipos, el Betis de Ramón Martínez saltaba a la pista del Palacio de Vista Alegre de Córdoba en busca de deteriorar futbolísticamente ese patrimonio que da nombre al equipo de la ciudad del antiguo Califato. Por resultados, el conjunto bético es más prolífico fuera de Sevilla, 13 de sus 20 puntos han sido lejos de Amate, aunque la cifra se quedará ahí una jornada más tras no encontrar premio en el derbi andaluz.

A los pies de Sierra Morena, el conjunto local dirigido por Josan González, buscaba sorprender desde el inicio. Su técnico apostaba de manera intermitente con el portero Víctor internándose en campo rival. Fue la primera decisión de valor del entrenador cordobés, aunque no le hizo falta este sistema para celebrar el primer gol de su equipo. El talento brasileño canalizaba en un partido más de la LNFS las acciones de mayor peligro. Pulinho, Lucas Perin o Guilherme llevaban el peso del ataque local hasta que en el minuto 9, Muhammad sacudió la portería defendida por Molina tras una acción en el pívot. Rafa López le invitó a girarse, en un momento en el que ya era tarde para la reacción de su portero. La permisividad castiga, aunque al menos el Betis no se desprendió como otros días. Todavía.

Empate de falta directa

Tres minutos más tarde (12’), Manolo Piqueras con la violencia habitual en el disparo empataba el choque de falta directa. Tras el tanto del cierre murciano, el rival de los sevillanos parecía aplatanarse. Las delicias de los brasileños dejaban de tener azúcar y su desesperación iba en aumento. La posesión pertenecía al Betis, y sin el balón sabían esperar con mucha más audacia que su oponente.

A falta de dos minutos para el descanso, Ramón Martínez ingresaba al argentino Lucas Díaz en la rotación, lo que hace indicar que está totalmente recuperado de su lesión muscular. Todavía no había participado Ivi, y tampoco lo haría en la totalidad del encuentro, al que le sigue costando contar con la confianza del técnico. Las lesiones y la falta de minutos están haciendo que la vuelta del sevillano esté lejos de lo deseado.

En esos momentos de caída local, lo mejor fue que su técnico conocía el ingrediente para presentar ese cóctel que había mencionado en la previa: derribar al Betis desde la estrategia sería la clave. Restando un minuto para el intermedio, Josan González solicitó un tiempo muerto efectivo, más adrede imposible. Guilherme (19’) empujaba un balón botado desde el saque de esquina por Lucas Perin para colocar el 2-1 al término de los primeros 20 minutos.

Poca sensación de peligro bético en la segunda parte

En la segunda mitad, la principal consigna del Betis Futsal era no abrirse, evitar cualquier punzada del Córdoba, al menos por error propio. Contra tanto descaro cualquier facilidad que muestres te puede condenar, han sido demasiadas las veces que esos impulsos negativos le han llevado a salir en la foto con la misma cara. Córdoba lo sabía y jugaba con eso, sin elevar tampoco la apuesta demasiado. A fin de cuentas iban por delante en el marcador.

Los de casa alternaban con apariciones de Víctor actuando como portero jugador, y a falta de seis minutos, en una de esas en las que el guardameta suplente organizaba el ataque de sus compañeros, Guilherme estrellaba un balón al poste (34’). Los jugadores béticos tenían la cabeza llena de dudas, la sensación era que a poco que los cordobeses apretaran el acelerador, no habría escapatoria.

Para buscar respuesta al problema, el entrenador sevillano colocó a Raúl López como portero jugador en los últimos cinco minutos. Para ello, y para quitarse el luto de encima, aunque fueran vestidos de negro, y rascar un tanto con el que pelear por los puntos.

Ante tanto riesgo anunciado, el portero Fabio atrapó un balón suelto y rápidamente asistió con la mano a su compañero Zequi (37’), para que sin portero y estirando su pierna izquierda hiciera el 3-1. Sin paciencia, queriendo recuperar un guiso ya perdido, insistía el Betis, que sin consuelo suma su séptima derrota consecutiva en liga para prolongar su penitencia. Lucas Perin (40’) añadió peso a la cruz en los últimos segundos colocando el 4-1 definitivo.

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