El Staples Center vuelve a sentirse invencible, y en gran parte se lo debe a Pau Gasol, un souvenir de siete pies de estatura con el que los Lakers regresaron a casa tras su larga gira de nueve partidos fuera.

Con sus 2,15 metros y 120 kilos, Gasol es la pieza que le faltaba a los Lakers de Kobe para volver a aspirar al título. Y Los Ángeles lo percibe. "Tras nueve partidos y un sorprendente traspaso, volvieron al Staples Center con un souvenir de siete pies llamado Pau Gasol y un aire de invencibilidad", escribió Los Angeles Times.

Gasol se estrenó en su nuevo hogar ante los Atlanta Hawks con una magnífica marca de 23 puntos, los mismos que Bryant, y con un claro triunfo: 122-93. En sus siete partidos en los Lakers, de los que sólo ha perdido uno, el español ha logrado una media de 20,9 puntos por choque.

Por eso, la expectación en el Staples Center era máxima. "Bienvenido a Gasollywood", rezaba una pancarta esgrimida por un aficionado en las gradas, donde el nombre del español fue recibido con entusiasmo en la presentación del equipo.

Las barbas de cartón con las que los aficionados de Memphis se identificaban con el pívot fueron sustituidas por las banderas rojas y amarillas de España que ondearon los fans de Los Ángeles. "Es genial sentirse querido y tener ese tipo de responsabilidad", aseguró Gasol, que admitió vivir algo parecido a cuando vuelve a España para jugar con el equipo nacional.

"Definitivamente es una ciudad única", añadió. "Se respira un aroma diferente aquí. Mucho glamour y clase". Y ese glamour se dispara más que nunca estos días.