Transcurría con normalidad la Junta General Ordinaria de accionistas, salvo por la discrepancia del ex consejero Manuel Castaño, cuando José Antonio Bosch, mientras solicitaba el voto a favor para las cuentas presentadas por el consejo de administración, algo que ya habían anunciado que realizarían todos los intervinientes menos el mencionado Castaño, arremetió duramente contra la plataforma Por Nuestro Betis y contra todos aquellos que habían dudado de la honradez del consejo. La respuesta unánime de todos los intervinientes contra esa manifestación del administrador judicial provocó que incluso el presidente, Miguel Guillén, al finalizar la Junta, pidiera borrón y cuenta nueva en las relaciones con el consejo, pero solicitando que no se dudase de la honestidad de los dirigentes. 

"No puedo aceptar que digan que las cuentas son opacas. Cuando hay un accionista que quiere más información se dirige al club. Esa experiencia la tiene PNB. Con la misma formulación el pasado año se dirigió al club, no salió a los medios de comunicación. Con lo que he escuchado aquí parece que los 15 días anteriores eran de otra sociedad", afirmó Bosch con contundencia, después de que tanto PNB, a través de Camilo Puerto, como los hermanos Cuéllar, Adolfo y Miguel, o José Antonio Tirado e Íñigo Vicente, entre otros, mostrasen su apoyo a las cuentas del club. El administrador judicial fue más allá en su órdago a las plataformas: "Les digo que en el instante que se pida la renuncia del administrador y todo su consejo, nos iremos. No podemos consentir los 15 días que hemos pasado. La preocupación de las plataformas era si este consejo iba a alzar los bienes, si iba a regalar los bienes a una fundación fantasma... Si tienen cualquier duda, pidan la remoción, sed valientes y contarían con nuestro apoyo. Como mínimo nos merecemos la lealtad, si no nos lo merecemos, digánnoslo, tardamos 24 horas en irnos. Los que no nos han puesto en el consejo no es lícito, no es valiente y no es honesto que nos deslegitimen". 

Las duras palabras de Bosch encontraron rápida respuesta en los intervinientes anteriores, que reprobaron esa actitud del administrador judicial. "La lealtad en una sociedad de capital es con los accionistas y no con el consejo, pero la lealtad del consejo sí es con sus accionistas", le respondió Cayetano García de la Borbolla, presidente de PNB. "No estoy aquí para que me riñan", le espetó Leonardo Rodríguez de la Borbolla, de Béticos por el Villamarín. "A mí nadie me llamó para consultarme, no lo hemos puesto a usted, lo habrá puesto el juzgado. Somos accionistas modestos, pequeños, no merecemos este trato, otra gente merece esa firmeza y ustedes saben quiénes son. Usted es libre de hacer lo que quiera, pero no use más como saco de golpear a PNB", le expresó José Antonio Tirado, que fue continuado en esa crítica a las palabras de Bosch por parte de Íñigo Vicente: "Le ruego no se vuelva a generar una sensación de inestabilidad, este consejo está por encima de las frases de otra época. Tiene toda mi empatía en cuanto a la dificultad de asumir críticas, pero nunca se me ha ocurrido decir que si esas criticas siguen yo me voy a mi casa. Nunca. Estar en el consejo es un compromiso con los béticos, no pagado, no reconocido, pero no se le puede decir a los béticos que se está deseando que pidan la remoción para irse a casa. Lo siento, pero no. Sigamos caminando juntos, pero no perdamos la cabeza, por el Betis y por los béticos". 

"En este consejo aceptamos las críticas. Nos indigna no que se dude de la planificación deportiva, del césped, o del anterior director general, sino que se ponga en duda la honradez del consejo. No se puede deslizar, no es ético, que las cuentas son opacas sin tener elementos de juicio. Por ahí no vamos a pasar. Hemos fallado en muchísimas cosas, pero en ese sentido no hemos fallado ni pensamos fallar. Quiero hacer borrón y cuenta nueva. Agradezco que hayan votado a favor, pero lamento los 15 días previos. Me gustaría tender la mano para que esta serie de malentendidos acaben, que al menos nos podamos sentar en una mesa", finalizó Guillén una Junta que halló una fricción inesperada.