balonmano femenino

Bronce histórico para España

  • La selección que dirige Jorge Dueñas sana la herida abierta con el cuarto puesto de hace dos años logrando la tercera plaza ante Dinamarca · La enorme actuación de la portera Silvia Navarro, decisiva

Una extraordinaria actuación de la portera Silvia Navarro, que tuvo su continuidad en ataque en el excelente partido de Nerea Pena y de Carmen Martín, permitieron a España colgarse una histórica medalla de bronce en el Mundial de balonmano, tras imponerse a Dinamarca por 18-24.

Con esta victoria el conjunto español se resarce de la amarga experiencia vivida hace dos años en China, cuando se quedó a las puertas del podio tras perder con Noruega, verdugo de las de Jorge Dueñas en las semifinales, en la final de consolación. Un ingrato final que España no estaba dispuesta a volver a repetir en Brasil, como demostró desde el inicio del encuentro, con una intensidad defensiva que hacía prever una buena tarde para la selección.

Sin embargo, los problemas del conjunto español en este Mundial no estuvieron en la retaguardia, donde las de Dueñas, tanto en el 5-1 como en el 6-0, rayaron a la perfección, sino en ataque, pues la selección, lastrada por su falta de lanzamiento a distancia, se vio obligada a un juego de alto riesgo que provocaba numerosas pérdidas de balón.

Regalos que España no se podía permitir si quería tener alguna opción de subir al podio, dado el letal contragolpe del conjunto danés, un equipo que, pese a que ya no roza la perfección de aquella selección que encadenó el oro olímpico en Atlanta, Sydney y Atenas, sigue siendo temible.

De modo que España cuidó como nunca la posesión de balón, especialmente en las inferioridades, una de las facetas que acabaron por decantar el choque para las hispanas, que tan sólo permitieron a Dinamarca imponerse en una de las tres ocasiones en las que dispuso de una jugadora más.

Todo lo contrario que España, que no falló en ninguna de sus superioridades, lo que le permitió comenzar a abrir brecha en la segunda parte a un marcador que las dos cancerberas, Silvia Navarro y Christina Pedersen, impidieron que se decantase (9-9) para ninguno de los dos contendientes al llegar al descanso.

Una situación que se encargó de romper a favor del equipo español una inconmensurable Silvia Navarro, que, pese a que no alcanzó las más de 30 paradas que realizó ante Montenegro en los octavos de final, fue de nuevo determinante para el triunfo. Intervenciones que supusieron un punto de inflexión para el conjunto español, especialmente una imposible a un disparo a bocajarro en un contraataque del equipo danés, que impidió que las nórdicas abriesen a los 34 minutos una brecha de tres goles (12-10).

Esa acción acabó por activar a la selección, que en los siguientes nueve minutos logró un contundente parcial de 0-6 que permitió lograr una renta de cuatro tantos (12-16) que ponía a las de Jorge Dueñas con un pie en el podio.

Cajón que la selección se aseguró por completo en los siguientes minutos gracias a la efectividad de una inconmensurable Carmen Martín, infalible desde los siete metros, y sobre todo Nerea Pena, que tras cerrar el primer tiempo con su casillero en blanco rompió el choque para las españolas con sus cuatro goles en la segunda mitad. España logró una máxima renta de seis goles (14-20) a falta de ocho minutos para terminar haciendo historia ante la desesperación de las danesas.

En la final, la selección noruega se alzó con el título de campeona mundial al derrotar a la francesa por 32-24.

dinamarca: Pedersen; Bille (2), Line Jorgensen (1), Melgaard (1), Spellerberg (1), Troelsen (2) y Norgaard (4, 2p) -equipo inicial-, Toft (ps), Mortensen (ps), Thorsgaard, Fisker (1), Krogshede (3), Larsen, Burgaard (3), Kristiansen y Stine Jorgensen. españa: Navarro; Carmen Martín (10, 2p), Pena (4), Aguilar (3), Mangué (2), Amorós (1) y Cuadrado -equipo inicial-, Cristina González (ps), Ciobanu (ps), Barnó, Nely Carla Alberto (2), Alonso, Chávez, Eli Pinedo (2), Patri Pinedo y Elorza. Goles: 1-2, 3-4, 5-6, 8-6, 8-8 y 9-9 (descanso) 12-11, 12-14, 14-16, 14-19, 16-21 y 18-24 (final). Árbitros: Cohen y Peretz (israelíes). Incidencias: Partido por el bronce del Mundial disputado en el Ginasio do Ibirapuera de Sao Paulo ante unos 2.000 espectadores.

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