No debe ser casualidad que Antonio Bustamante, el teórico segundo base del Cajasol, no haya entrado en juego en los dos últimos partidos. Magnano no contó con el canterano, que no sufre ningún problema físico, en la derrota encajada el pasado sábado en el pabellón Pisuerga, ni tampoco frente al Barcelona, caso aún más sorprendente habida cuenta de la abultada victoria cosechada entonces por el Caja.

Pese a haber gozado de cierto protagonismo en las primeras ocho jornadas del campeonato -promedió 2 puntos y 2 asistencias en 12 minutos-, el técnico cajista se está decantando por que el escolta Tyrone Ellis, que también puede desenvolverse como base, sea el encargado de dirigir el juego del equipo cuando el playmaker titular, Miles, esté sentado.

Aunque Oriol Humet ha afirmado que no habrá cambios en la plantilla actual -según manifestó, sólo se buscó infructuosamente un sustituto que cubriera de forma temporal la baja de Miso cuando éste estuvo lesionado-, el apartamiento de Bustamante, unido al ya habitual de Cilla, invita a no descartar algún posible movimiento, si bien es cierto que, por lo visto, para Magnano no es un inconveniente rotar a sólo nueve jugadores sobre el parquet.

Situación antagónica a la de Bustamante la vive Miso, quien, en su estreno como cajista en competición oficial tras casi tres meses lesionado, disputó contra el Grupo Capitol Valladolid 19 minutos. Muchos minutos, sin duda, para quien todavía no se encuentra en forma.

Tras lo acontecido en Pucela, no cabe duda de que el ex escolta del Alta Gestión Fuenlabrada está llamado a ser un hombre importante en el esquema de Magnano. El preparador, en principio, tenía pensado que Miso estuviera sobre el parquet unos diez minutos, pero viendo la buena actuación que éste estaba completando, decidió darle continuidad; tanto que incluso jugó los minutos decisivos.