"Sabíamos lo difícil que iba a ser la Segunda División y que los rivales iban a ir a por nosotros, porque es el partido más importante para ellos. Eso se cambia entrando en una dinámica positiva de ganar partidos, que es en lo que nos tenemos que centrar", admitió ayer Capi en rueda de prensa.

Y es que el centrocampista camero tiene muy claro que sólo el Betis puede cambiar la situación actual. "El problema que tenemos es que hemos estado cuatro años cerca de bajar a Segunda. Tenemos las pilas cargadas; lo que pasa es que al principio los equipos nos tenían respeto y cuando han llegado los malos resultados, los rivales nos lo han perdido", reconoció el futbolista.

Capi rebuscó un poco más en las raíces del problema. "Creo que sobre todo ha estado en que en algunos partidos se nos han ido puntos que no se tenían que haber ido. Ha habido equipos que nos han puesto en demasiados apuros. Salimos a los partidos con una idea y sólo peleamos para que se plasme en el terreno de juego. Hay mucha presión y mucha ansiedad, es lógico. Llevamos cuatro años en una dinámica negativa, estamos en Segunda ahora y la presión es muy fuerte. No queda otra que seguir para adelante y que semana tras semana se vayan viendo mejoras", añade.

Sí tiene muy clara el camero su postura sobre el 29-N y esa decisión de los aficionados de no entrar en los veinte primeros minutos en el partido ante Las Palmas. "La afición del Betis tiene ya muchos años y yo no soy nadie para decirle lo que tiene que hacer y lo que no. Nosotros queremos volver a la normalidad y volver a ganar partidos y no tenemos que entender ni dejar de entender nada, ellos pagan su carné y están enfadados. Nosotros también lo estamos y el objetivo es el ascenso. No nos vamos a meter en eso, la gente sabe perfectamente lo que tiene que hacer y nosotros sólo les podemos decir que vamos a trabajar a diario", afirmó Capi, quien tampoco se pronuncia sobre el club, que no condenó el famoso episodio de la bengala: "¿Y qué vamos a hacer? ¿Qué vamos a ganar hablando de ellos? Aquello pasó y no podemos pararnos a hablar ni pensar de esas cosas".