El Betis B, gracias a la picardía y habilidad de Carreño, se llevó los tres puntos ante el Talavera en un choque en el que los locales merecieron más.

Apenas comenzado el partido, Mario cometió un penalti absurdo sobre Sérvulo que Raúl Caballero mandó por encima del larguero, desaprovechando una clara ocasión para haberse puesto con ventaja. Mientras, los de Chaparro tuvieron claro que estar encima de los jugadores locales era la mejor vía para llevarse algo positivo. Lo malo es que al recuperar el esférico salían en ataque con pocos efectivos, lo que dificultaba sus opciones ofensivas.

Aun con las dificultades que la presión ejercía en los talaveranos, éstos conseguían acercarse después de mucho tocar, cosa que sucedía en la meta blanquiazul en escasas ocasiones, ya que los intentos béticos fueron más aislados e individuales, como el que Machado envió por encima del larguero mediada la primera mitad. O como el libre directo que ejecutó Toni y que Rubén Martín detuvo con una gran estirada. Pero en la otra portería también llegaba el peligro, aunque Sérvulo no lograba imprimir a sus remates excesivo peligro.

Más contundentes, aunque con idéntico resultados eran las llegadas visitantes, como la que marró Israel instantes antes de que una gran combinación de la banda izquierda talaverana finalizara con un disparo imparable de Rubén que hizo el uno a cero. Pero la tranquilidad duró muy poco porque escasos minutos después Carreño entró por todo el centro de la zaga local, y sacó un penalti y una expulsión de Agustín, para rubricar después la pena máxima e igualar la contienda. Poca más historia tuvo la primera parte.

En la reanudación, todo fue de cara para los verdiblancos, que tenían uno más y la ambición necesaria para llevarse el triunfo. Así, de nuevo, Carreño aprovechó una cesión que Rubén Martín no pateó bien para sacar otro penalti y marcarlo. Al final, triunfo bético con sufrimiento, pues René evitó en el descuento que los locales salvaran un punto.