Repasó con sosiego y de forma pormenorizada el responsable técnico del CB Sevilla la coyuntura actual para afrontar el reto del choque de mañana en el Fernando Martín frente a un rival directo como el Fuenlabrada, donde él ejerció de entrenador hasta comienzos de este 2015: "Es un partido muy importante y lo afronto viviendo el presente, que es el CB Sevilla, y con el deseo de que este equipo salga adelante y, cuanto antes, mejor. Voy a una cancha en la que he estado prácticamente cinco temporadas, aunque ahora sólo pienso en este club", sostiene Luis Casimiro.

El manchego toma como lección para sus chicos el patinazo contra el UCAM, que frenó la racha ganadora: "Esa derrota nos tiene que enseñar cuál es nuestro camino, el que mostramos las tres jornadas anteriores, de energía, intensidad, actividad, que todo esto te dará un buen trabajo defensivo, reboteador, y a partir de ahí crecer en ataque. Debemos aprender para no cometer el mismo error que contra el UCAM, con una puesta de escena muy mala". A propósito de ese envite, en el que Ocampo sacó beneficio de la experiencia en San Pablo durante cinco campañas y media, Casimiro apunta en referencia a su rápida vuelta a Fuenlabrada que "a Diego le salió muy bien el planteamiento y ojalá sea así con nosotros. Conozco las habilidades y defectos del rival y trato de transmitirlo a mi equipo, pero por mucho que sepas, el partido quien lo interpreta y escenifica es el jugador y al final estamos en sus manos, en sus decisiones. Ojalá los chicos sepan el guión de partido y lo ejecuten a las mil maravillas".

Abunda el preparador del conjunto hispalense en que es "innegociable" dar el máximo de nivel de energía, pero incide en que "el grado de activación debe ser perfecto al ser un encuentro con mucha carga emocional". Esta presión puede pesarle más al local por jugar a favor de corriente ante su público: "Actúa más en contra cuando eres el anfitrión, como le pasó al CAI cuando fuimos allí. Al UCAM se le notó menos porque el partido era aquí, en Murcia habría jugado a nuestro favor la presión. En este caso, ese ambiente puede ir en contra del equipo de casa si compites al nivel que debes. Ahora bien, esto depende de nuestro trabajo y de nuestra implicación en cuanto a los intangibles que debemos tener siempre presentes antes de empezar a pensar en el baloncesto".

A colación de la responsabilidad, Casimiro estima una ventaja disponer de talentos jóvenes porque "esa inconsciencia nos puede venir bien; estos chicos no se arrugan en ningún sitio y tengo que transmitirles que es muy bueno jugar en esos ambientes calientes, que da gusto jugar en canchas así, y desarrollar nuestro trabajo en ese tipo de atmósfera nos tiene que motivar". Ignora cómo será recibido y le importa más saber evadirse: "Es el club donde más tiempo he estado, me he sentido allí muy querido por la afición y espero que el recibimiento sea bueno. Pero tengo que aislarme sea como sea, bueno o malo, que la carga emocional no me afecte, pensar que tengo una puerta de futuro en Sevilla y estar al máximo de concentración".

No considera el litigio como un match point de la temporada: "Es muy de titulares de prensa catalogarlo como una final, pero si lo fuera, no hay más allá, se acabó. Aquí sigue habiendo competición. Hemos sacado la cabeza del descenso ganando al Valencia, el Bilbao y el CAI, que dicen que no son de nuestra liga. Éste es un partido directo y te juegas posiblemente dos victorias, por eso adquiere mayor relevancia, pero no es definitivo para el que gane ni para el pierda. ¿El average en contra? Lo primero es ganar...".

Panko, Burtt y Akindele son las claras referencias de los locales. Aun así, Casimiro opta más por secar otras parcelas del equipo de Hugo López: "Sería muy bueno que bajáramos los porcentajes de acierto de Panko, aunque no debe ser una obsesión. Sería una lectura muy banal decir que si paramos a dos o tres jugadores del rival, ya está hecho. También sería muy positivo si somos capaces de que no aporten los que más trabajan en el anonimato, aunque Panko acabe siendo el MVP del partido".