El Estrella de San Agustín sumó ayer veintiuna jornadas sin conocer la derrota. Toda una marca. La última vez que los jugadores alcalareños abandonaron cabizbajos el terreno de juego tuvo lugar en la séptima jornada y el Osuna fue su verdugo. Desde entonces, el Estrella no ha hecho más que exhibir ante sus rivales dominicales una superioridad cercana a lo insultante, con varias abultadas goleadas incluidas.

La víctima de ayer fue el Alcosa, colista destacado de la clasificación. Los capitalinos sucumbieron ante el poderío de los de Alcalá de Guadaíra, pero mostraron una capacidad de sufrimiento y una honestidad encomiables.

Pronto se le pondría de cara el partido al Estrella. Un penalti señalado tras un derribo de la defensa del Alcosa a Jesús, en el minuto ocho, que el mismo futbolista se encargaría de transformar. Uno a cero. Resultado propicio para los locales, que comenzaron a manejar el encuentro a su antojo a raíz de la coyuntura. Durante el resto de los minutos del primero periodo, el Estrella bordó un fútbol de salón que se saldó con numerosas ocasiones y sin gol.

No cambió demasiado el encuentro tras la reanudación, a excepción de los primeros instantes, en los que el Alcosa salió espoleado de la caseta. Mediada la segunda mitad, el Alcosa se quedó en inferioridad numérica, consecuencia de la expulsión de Juan. El signo del encuentro variaría definitivamente a partir de entonces. Con una línea de atrás muy firme, al Estrella únicamente le faltaba descabellar el partido. Y con un jugador más, se fueron abriendo huecos y, con ellos, llegaron dos tantos más. La sentencia a un resultado previsible.