Fórmula 1 l Gran Premio de Malasia

Ferrari copa la primera línea

  • Alonso sale séptimo tras sancionar los comisarios a los pilotos de McLaren

Ferrari quiere poner los puntos sobre las íes en el Mundial tras su fracaso en la primera carrera de la temporada y colocó a sus dos pilotos en primera línea de salida del Gran Premio de Malasia.

El brasileño Felipe Massa consiguió la pole, igual que el año pasado, quedando por delante de su compañero, el finlandés Kimi Raikkonen, mientras que los dos McLaren-Mercedes fueron retrasados cinco puestos por los comisarios de carrera por obstaculizar a otros monoplazas durante la sesión de clasificación.

De esta forma, Fernando Alonso intentará sacar el máximo partido a los elementos (se prevé una carrera con lluvia) y a las circunstancias para paliar el mal rendimiento de su Renault. El asturiano calificó en novena posición, aunque, finalmente, saldrá desde la séptima plaza. Beneficiado por la sanción a McLaren, firmó en Sepang una actuación discreta, siguiendo la línea marcada por Renault en este arranque del Mundial, donde hasta el momento han dado muestras de encontrarse en un nivel algo inferior a los de los grandes favoritos.

En cuanto a la polémica, Alonso admitió que no se vio especialmente perjudicado por el lento ritmo de los dos McLaren durante su intento de vuelta rápida, pese a que fue llamado a declarar por los comisarios de carrera. El alemán de BMW Nick Heidfeld fue el más afectado por la ralentización de la marcha de las flechas de plata, que tras sus vueltas rápidas decidieron ahorrar combustible.

Tanto Hamilton como Kovalainen estaban volviendo a boxes a poca velocidad para ahorrar gasolina para el principio de la carrera cuando obstaculizaron a los otros autos. Heidfeld afirmó que llegó a perder dos décimas en la operación, lo que le hubiese colocado en primera línea.

Según la nueva reglamentación, instaurada esta temporada, los diez coches que se clasifican a la tercera tanda en busca de la pole position no pueden rellenar sus tanques al finalizar la sesión, y deben empezar la carrera al día siguiente con la misma cantidad con la que terminan la clasificación, lo que determina las estrategias de carrera.

McLaren, a través de su director ejecutivo, Martin Whitmarsh, negó que cualquier inconveniente a otros pilotos hubiera sido intencionado y aceptó la sentencia.

Williams fue la gran decepción de la parrilla, después de haber colocado sus dos coches en los puntos, y a Nico Rosberg en el podio de Melbourne.

Tras el festival de abandonos de Melbourne, la Fórmula 1 se ve amenazada de nuevo por el caos que podría provocar la lluvia. Sin las asistencias electrónicas, el circuito de Sepang será el escenario de una nueva carrera donde la jerarquía conseguida ayer por Ferrari, McLaren-Mercedes y BMW Sauber saltaría en pedazos.

Al respecto, los pilotos mostraron su preocupación. "He oído que han instalado buenas zonas de escape. Eso es magnífico, pues las vamos a necesitar", subrayó el piloto británico de Honda Jenson Button. El inglés teme por la seguridad debido a los cambios de reglas, sobre todo por la prohibición del control de tracción, que podría demostrar su importancia en caso de lluvia.

Según los pronósticos, en la carrera se esperan temperaturas de hasta 33 grados y tormentas. En caso de que durante la carrera comience a llover, tanto los pilotos como los espectadores pueden prepararse a pasarlo mal ya que se notará mucho más la falta de los controles de tracción y del freno de motor.

Los problemas que el circuito de 5,543 kilómetros, ubicado cerca de la capital malaya -Kuala Lumpur-, planteará a los pilotos incluso con sol radiante quedaron ya patentes el viernes en la primera toma de contacto. Numerosos pilotos no accionaron con acierto los frenos o patinaron en las curvas.

"Será una lucha por sobrevivir", vaticinó el piloto alemán de Force India Adrian Sutil, aludiendo al Gran Premio de hoy, donde el caos podría ser de nuevo el protagonista.

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