El Betis de Julio Velázquez inició ayer su segunda concentración de la pretemporada, esta vez con la localidad de Hexham, a 35 kilómetros de Newcastle, como escenario, pero casi con los mismos problemas con los que abandonó San Pedro del Pinatar hace ahora diez días.

Entonces, el preparador salmantino aseguró que confiaba en que la plantilla se modificase tanto en el aspecto de entradas como de salidas durante el periodo que se pasaría en Sevilla, algo que no ha sucedido. Apenas las renovaciones de Perquis y Varela, aunque éste cuenta para el filial, han sido las novedades durante estos días. Además, con la grave lesión de Vadillo los deberes han aumentado, tanto para el cuerpo técnico, que deberá modificar su primigenia idea de once, como para la secretaría técnica, que ahora también tendrá que valorar cómo sustituir al canterano.

El club intentó cerrar la renovación de Rubén Castro el pasado martes, pero pese a que las partes aseguran que no habrá problemas y que la firma se producirá en breve, el caso es que el canario se marchó a tierras británicas sin firmar su nuevo contrato, un asunto que era prioritario para los técnicos.

Si en el tema de entradas no se han producido novedades, pese a que continúan los intentos por convencer a Alfred N'Diaye como apuesta principal para reforzar la plantilla, en las salidas tampoco se contabilizan noticias positivas. Juanfran, como estaba previsto, se incorporó ayer en Málaga a la expedición verdiblanca para desplazarse hasta Newcastle, toda vez que sus agentes siguen sin presentar una oferta que convenza a los dirigentes verdiblancos.

Eder Vilarchao y Braian Rodríguez, que sí viajaron a Murcia y ahora no se han desplazado hasta Inglaterra, continúan a la espera de encontrar un destino que los acoja como cedidos, mientras que el adiós de Paulao sigue enquistado. Demasiados asuntos por resolver en un Betis al que Velázquez pretendía afinar en esta segunda concentración.