El entrenador del Sevilla, Manolo Jiménez, reconoció hoy la enorme importancia que tiene para el conjunto nervionense el choque liguero ante Osasuna en el que, dijo, "todo lo que no sea ganar será una final perdida".

Y es que la racha de malos resultados que llevan los blanquirrojos le han situado a cuatro puntos del descenso, por lo que los navarros se presentan como un rival directo en estos momentos. El propio presidente sevillista, José María del Nido, reconoció hoy que a su equipo le restan "18 finales" en las jornadas que quedan para la conclusión de la Liga, y Jiménez está de acuerdo con esta apreciación. "Ante Osasuna es la primera final y vamos a intentar ganarla, porque todo lo que no sea ganar será una final perdida", sentenció el preparador de Arahal.

Además, el técnico aseguró que el resultado que se obtenga ante los 'rojillos' determinará si el Sevilla mire hacia arriba o hacia abajo en la tabla. "Es un partido muy importante", insistió.

Por si fuera poco, Jiménez sigue sin poder disponer de jugadores como Kanoute, Keita o Kone, que están en la Copa de África, pero ello no le hace sentirse en inferioridad. "Que no estén ellos es un 'handicap' añadido, pero los que quedamos estamos capacitados para ganarle a cualquier rival, porque no somos inferiores a nadie incluso con esas ausencias", espetó.

Y es que el entrenador, que no ocultó su enojo contra la plantilla tras la derrota del pasado sábado en Getafe, optó hoy por apoyar sin fisuras a sus hombres. "He visto a un grupo que se ha entrenado siempre bien, a pesar de los problemas, y ya no podemos dejar pasar más tiempo sin ganar", indicó. 

El equipo quiere hacer las cosas bien, porque ellos saben lo mucho que se juega el club y cada uno, y que tienen que estar en la élite. No queda otra que ganar, porque el Sevilla no puede jugar por estar en zona de nadie", manifestó.

Paralelamente, Jiménez aludió al caso de Luis Fabiano y su posible marcha a otro equipo. "Lo quiere toda Europa porque hay que estar ciego para no ver lo bien que está Luis Fabiano. Es un futbolista por el que se van a pelear los grandes, pero él está en un grande donde queremos que se quede y él esta por la labor. Además, quiere seguir creciendo y no se va a relajar ni a escuchar cantos de sirena", aseguró.