La combinación de LeBron James y el base Kyrie Irving, que anotaron 41 puntos cada uno, permitió a los Cavaliers vencer por 97-112 a los Warriors y mantenerse con vida en la serie de las Finales de la NBA que pierden por 3-2. En el Quicken Loans Arena de Cleveland, el próximo jueves, jugarán el sexto partido y forzarán el séptimo y decisivo si vuelven a ganar.

"La realidad es que sobrevivimos a la eliminación. La labor ofensiva de Irving fue espectacular y la clave para permitirnos seguir en la competición", señaló LeBron, abucheado desde el inicio por los aficionados de los Warriors por su comportamiento en el partido anterior con el ala-pívot Draymond Green, que le costó a éste la suspensión y el no poder jugar en el quinto encuentro. El pívot Tristan Thompson, sin Green, dominó la pintura con 15 rebotes, beneficiado por la lesión del australiano Andrew Bogut en el tercer cuarto. Los Warriors no han dado a conocer el alcance de la lesión.

El escolta Klay Thompson fue el líder del ataque de los Warriors al aportar 37 puntos, incluidos seis triples, mientras que el base Stephen Curry llegó a los 25, capturó siete rebotes y dio cuatro asistencias, pero el banquillo no respondió esta vez. Tampoco lo hizo el alero Harrison Barnes. El signo más evidente de que los Warriors admitieron su derrota fue ver como los aficionados antes de concluir el partido ya comenzaron a abandonar sus asientos, algo que nunca había sucedido durante toda la temporada. Ahora los Warriors tendrán que volver a Cleveland a conseguir su segundo título consecutivo como hicieron el año pasado cuando ganaron el primero después de 40 sin haber tenido un campeonato nacional.