El Real Madrid ya prepara los fastos para celebrar su segundo título consecutivo. Por más que el club intente transmitir una sensación de mesura, los futbolistas se ven campeones y la entidad tiene preparados todos los detalles de la fiesta.

Las cuentas están muy claras: los blancos serán campeones si vencen el domingo al Athletic y sus dos perseguidores, el Villarreal y el Barcelona, no ganan sus respectivos compromisos. No es fácil que ocurra, pero el líder cree que tampoco es demasiado complicado. Ninguno de los blancos se está mostrando fiable y ambos juegan fuera. Así las cosas, mejor prevenir.

"Parece que el Barça está perdiendo la Liga y no es así. Aquí, quien gana el campeonato es el equipo más regular y ése ha sido el Real Madrid, ya que hemos liderado la tabla desde la segunda jornada", afirmó Iker Casillas.

Los de Schuster parecen haber llegado al tramo final de la temporada en su mejor forma; o, al menos, mucho mejor que sus rivales. Ha logrado 10 de los últimos 12 puntos disputados y el domingo dio una lección de autoridad al imponerse por 0-2 a un Racing al alza y crecido que lucha por la Champions. En ese instante los jugadores ya se sintieron campeones.

Pero el camino al título liguero no será ningún paseo. El conjunto de Caparrós llega en buen momento al Santiago Bernabéu, con opciones incluso de meterse en puestos europeos. Está a cinco puntos del Sevilla y en línea ascendente después de completar una gran segunda vuelta del torneo. Y encima arriba con una incorporación de última hora: Gurpegui

Sin embargo, la historia dice que los vascos se suelen arrugar en sus visitas al Real Madrid. Ahí están las estadísticas. Sólo ha cosechado un triunfo en sus últimas nueve visitas, en las que se ha llevado a Bilbao ocho derrotas.

No resulta extraño que el cuadro merengue se haya llevado toda la semana diseñando la fiesta en el caso de que se proclame campeón. Se conocen pocos detalles, aunque la celebración no diferirá demasiado de la realizada la pasada temporada: fuegos artificiales, presentación de jugadores uno a uno, luces especiales...

Además, el club ha negociado con el Ayuntamiento de Madrid la forma de dirigirse a la Plaza de Cibeles, el lugar en el que se reúnen plantilla y aficionados para celebrar el triunfo. Raúl, el capitán, pondrá la bufanda en la estatua de la diosa subiendo por una pasarela, y no con una grúa como la última vez. Los tiempos de las escaladas por el monumento se acabaron ya. Pese a todo el dispositivo, el Consistorio de la capital está muy preocupado con las eventuales celebraciones. Por ello, propondrá un dispositivo mucho más severo que el del pasado año, cuando más de 100 hinchas fueron detenidos.