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Mel cumple un sueño

  • El madrileño seguirá en el Betis una temporada y se ganará su continuidad por dos más siempre que deje al equipo en Primera · El contrato, redactado ayer en Madrid, se firmará hoy en Heliópolis.

El beticismo está de enhorabuena. El entrenador que ha posibilitado sobremanera el regreso del primer equipo a la élite dejó ayer su vinculación atada, en principio para tres temporadas, aunque las partes, sobre todo el club, se reservan el derecho de rescindirlo de manera unilateral según algunos parámetros.

Pero Mel era ayer un hombre feliz, al igual que esa mayoría absoluta de béticos que han pasado días angustiados ante la posibilidad del adiós del técnico. El madrileño ha cumplido otro sueño. Si uno de ellos era entrenar al Betis, algo que se le metió en la cabeza hace 20 años cuando conoció la entidad como jugador, otro era convertirlo en equipo de Primera División y seguir entrenándolo. Ése lo vio satisfecho ayer cuando entre las seis y las siete de la tarde su abogada, Margarita Garay, le comunicó que había llegado a un acuerdo para su continuidad.

Al igual que ocurriese el pasado martes, Mel dejó el tema completamente en manos de la experta abogada de la empresa Bahía, que lleva los asuntos, entre otros, de Fernando Torres, Jesús Navas, Pedro, Javi Martínez o el bético Rubén Castro, amén del preparador físico de la entidad, Jesús Parades.

El vicepresidente y administrador judicial del club, José Antonio Bosch, acudió ayer a Madrid junto a los tres administradores concursales, Antonio Jesús González, Francisco Tato y Gerardo Narbona, por unos asuntos relacionados con el Betis y ya por la tarde acudieron a las oficinas de Bahía, donde remataron un acuerdo al que prácticamente se había llegado ya el martes.

Más que problemas económicos, que nunca importaron en exceso a Mel, habían surgido discrepancias por alguna cláusula que el club quería imponer para poder destituir al técnico en cualquier momento sin la necesidad de indemnizarlo con la totalidad del contrato.

Éstas, empero, han disminuido considerablemente y, aunque las partes no han querido confirmar nada, Mel sólo podría ser despedido antes del fin de su contrato si el equipo, en un determinado momento de la temporada, se halla en una situación más o menos continuada de descenso. Es decir, ni más menos, que cuando los clubes suelen despedir a los técnicos en los equipos modestos.

El técnico aceptó cobrar sólo hasta ese día en ese caso y así el acuerdo fue más fácil. A cambio, consigue lo que para él es más importante, que es el derecho a seguir siendo el entrenador del Betis, durante los tres próximos años, siempre que al término de cada campaña lo mantenga en Primera División.

Con todo, como ocurre en el caso del resto de entrenadores, Mel dejó también pactadas varias primas de contrato por las distintas clasificaciones europeas o por un posible título en las competiciones en las que participe el Betis, la Liga y la Copa del Rey.

El club aprovechará un acto hoy en el estadio (12:00), al que ya tenían previsto asistir Rafael Gordillo y el propio Mel, para informar sobre el particular. En el mismo se informará sobre el apoyo del club al triatleta Juan Bautista Castilla, Chamba, entrenador del cadete B, que participará en la durísima Fuga de Alcatraz.

Bosch, por su parte, fue muy respetuoso: "Es el contrato de Mel, pertenece a su intimidad y es su derecho informar de los detalles que quiera; yo no diré nada".

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