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Nadal y la lucha entre generaciones

Rafa Nadal descansa en el transcurso de un entrenamiento previo al inicio de Roland Garros.

Rafa Nadal descansa en el transcurso de un entrenamiento previo al inicio de Roland Garros. / YOAN VALAT / efe

Rafa Nadal intentará dar forma en las próximas dos semanas a un hito sin precedentes en la historia de la raqueta: el décimo título en Roland Garros, lo que lo convertiría en primero en hacerlo en un Grand Slam.

No obstante, ganar en la tierra parisina significaría mucho más que ese 10 para Nadal. El zurdo lleva tres años sin levantar un grande y vivió en una montaña rusa de dudas y lesiones en las últimas dos temporadas. Pero si algo demostraron los primeros meses de 2017 es que no conviene nunca darlo por muerto.

10Grand Slam. De ganar en París, Nadal sería el primer tenista en sumar la decena de grandes

Finalista en Australia, Acapulco y Miami, Nadal explotó en el cicuito de arcilla y ganó su décimo título en Montecarlo para después elevar a esa misma cifra su número de conquistas en Barcelona. Dos semanas más tarde alzó el trofeo en Madrid. Su espectacular racha sólo fue frenada por Dominic Thiem en los cuartos de final de Roma.

El hecho de que el campeón de 14 Grand Slam llegue a su torneo favorito con un único tropiezo en arcilla -por 17 victorias- y el vacilante presente de los otros miembros de los cuatro grandes colocan a Nadal como el gran favorito para levantar la Copa de los Mosqueteros en la final del 11 de junio.

Andy Murray, número uno del mundo, llega casi con los mismos triunfos que derrotas en tierra batida, mientras que Novak Djokovic, defensor del título en París, aterriza con más dudas que certezas. Y Roger Federer, que derrotó a Nadal tres veces entre enero y marzo, decidió saltarse la temporada de pistas lentas y apostar todo a Wimbledon.

Quizás la trampa para Nadal, que cumplirá 31 años el próximo sábado, no esté en ese Big Four sino en los jóvenes con más futuro. Thiem, de 23 años, y Alexander Zverev, de 20, llegan en plena forma al segundo Grand Slam del año: en París son tercero y cuarto cabeza de serie, respectivamente, y acumulan victorias ante los mejores del mundo en las últimas semanas.

Thiem, de hecho, es el único que ha podido ganar a Nadal sobre arcilla este año. Pero París es París, donde no basta con ganar dos sets: hay que ganar al mejor de cinco ante un jugador que sólo sufrió dos derrotas en Roland Garros.

Pero, fiel a su costumbre, Nadal, que debuta mañana ante Benoit Paire, no quiere saber nada de favoritos. "Si juego bien, no importa si ustedes (los periodistas) creen o no que soy candidato. Ustedes tienen que escribir y yo tengo que jugar", señaló.

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