La mutación de Mariano Pavone es significativa. El delantero argentino ha pasado de ser un suplente habitual a convertirse en el futbolista más determinante del Betis en lo que se lleva disputado de temporada. Ha marcado tres goles, ha dado a sus compañeros seis pases de gol y ha intervenido de alguna manera en los otros dos tantos obtenidos por el equipo, que, con once, es el máximo realizador de la categoría.

Si ya a la finalización del encuentro de Albacete esbozó las razones de su transformación, ayer, en los micrófonos de Punto Radio, abundó en ellas y, sobre todo, introdujo una nueva variante, ya que se ve capaz de repetir el fútbol de hogaño en Primera División.

"Yo creo que sí, que es posible, aunque por algo hay diferencia de categoría entre una y otra. Es otro nivel, pero me veo capacitado para jugar igual en Primera División que en Segunda. No me queda grande y, aunque España sea la liga más importante del mundo, ya destaqué en Argentina en la misma categoría. No es que vaya a ser el Pichichi, pero puedo hacer 15 goles. Creo que en los dos años anteriores no se dieron las circunstancias ni el momento, no tuve suerte porque aunque empecé bien el año pasado no se dio el gol al principio... Pero quiero volver con el Betis y demostrar que soy válido para Primera División", afirma con vehemencia.

El ariete reveló que su esposa, que tuvo en el pasado algún problema de salud, se encuentra ya perfectamente, algo que también ha repercutido en su mejoría. "También está la confianza del técnico y haber hecho una buena pretemporada para que mi rendimiento sea máximo. Cuando el estado anímico de uno es bueno, te salen buenos partidos y yo actualmente estoy muy contento de mi rendimiento personal y del colectivo", analiza.

Pavone no duda de que el único objetivo es el ascenso de categoría. "Sin duda, tenemos que aspirar a subir a Primera y devolver al Betis al lugar del que no debería haber salido. Fue un palo para todos, para la plantilla y para cuanto significa el Betis. Antes de mayo será difícil que lo logremos, porque esto es muy largo, pero el objetivo debe ser ascender y no sufrir mucho. Los mismos rivales que tenemos nos hacen sentir la presión de que tenemos la obligación de ascender, pero eso lo hemos asimilado bien", apostilla.